Juan Diego Villarreal
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En el 2006, en la Expedition Race Invernal en la Patagonia, la chilena Verónica Bravo tuvo un serio accidente, cuando sufrió serias quemaduras en sus pies, al estar expuesta a 22 grados bajo cero, que le tuvieron al borde de la muerte tras la carrera.

Cuatro meses hospitalizada, sin moverse de su cama, con 14 operaciones e injertos de tiburón en los tendones de sus pies, por poco y la alejan definitivamente del Deporte de Aventura.

Sin embargo, fiel a su apellido, Verónica no se dio nunca por vencido y continúa en este tipo de competencias, como lo hizo en el Adventure Race 2010, reforzando el equipo de Finlandia Multisport Omjakon.

“Sí, tengo injertos de tiburón en los pies, era algo que no se había hecho antes, pero bueno, eso fue una gran experiencia de vida y uno sabe que hay ocasiones que se deben subir las pendientes para salir adelante”, dijo Bravo.

“Esa es quizás una de mis experiencias más duras. También hace un par de años, en Brasil, estuve más de una hora flotando en un río, al volcarse la balsa, golpeándome contra las piedras y casi sufro hipotermia”.

Sin embargo, Verónica a pesar de todos esos momentos difíciles y percances, continúa en esta disciplina, como lo hizo en el Adventure Race 2010, reforzando el equipo de Finlandia.

“Sigo compitiendo, pero uno trata de tomar sus medidas, no quiero morirme en una competencia, pero estoy clara que nunca se le podrá ganar a la naturaleza. Pero si me quitan estas competencias me cortan las alas”.

La chilena confesó que desde los ocho años practica deporte, al iniciar en la gimnasia olímpica y posteriormente se dedicó al atletismo, donde se proclamó campeona nacional y sudamericana en los 800 metros planos.

Verónica también estuvo en la Marina de Chile, donde vivió con sus reglamentos y en la actualidad estudia educación física.

“En el año visito unos once países, compitiendo en todo el mundo pruebas de 500 kilómetros, con diferentes equipos, es algo a lo que estoy acostumbrada”.

“Una vez competí en Turquía y los muchachos con los cuales iba a hacer la carrera me fueron a recoger al aeropuerto, y ni ellos ni yo hablábamos inglés. Uno ya sabe lo que tiene que hacer, por lo tanto el idioma no es problema, pero igual a pesar de todo yo disfruto de estas pruebas. La verdad es un hobby un poco traumático, con el cual se disfruta de la vida”.