Nueva York / AFP. - Rafael Nadal pretende agregar a su nutrida vitrina de torneos Grand Slams el único título grande que le falta, el del Abierto de Estados Unidos, pero sabe que además de luchar contra sus propios demonios tiene enfrente al más terrible de sus rivales, el suizo Roger Federer.

El español, número uno de la ATP, arranca hoy en las canchas de Flushing Meadows, Nueva York, su camino por un torneo que le ha sido adverso, y donde nunca ha podido ir más allá de las semifinales.

“Sólo quiero jugar bien y tener oportunidad de ganar, pero sin obsesionarme por eso”, dijo Nadal, quien viene de obtener los títulos de los Abiertos de Francia y Wimbledon, sumando ocho coronas de Grand Slam.

Nadal asegura que este año arriba a Flushing Meadows mejor preparado para conseguir su gran objetivo.

“Lo más importante es cómo estoy jugando. Eso dice si estoy listo para tener alguna posibilidad de ganar el torneo o no”, dijo Nadal. “Probablemente llego un poco mejor que otros años. Pero yo llegué a dos semifinales los dos últimos años, así que no fue un mal resultado”.

El Abierto neoyorquino sigue sin ver una final entre los dos grandes, Nadal y Federer, quien ayer en la noche arrancó el torneo ante el argentino Brian Dabul. “Sería grandioso encontrarme con Rafa en la final. Jugamos uno contra el otro en todas las finales de los demás Grand Slams pero no aquí”, dijo el suizo.

Federer está en una buena etapa, con dos de los 63 títulos de su carrera ganados este año (16 de Grand Slams), y récord de 39 triunfos y dos derrotas.

Pero el helvético no es el único 'demonio' del que debe preocuparse Nadal. El serbio Novak Djokovic, siempre ha dado buenos partidos en Flushing Meadows, pero no ha podido pasar más allá de semifinales. Ante Nadal ha perdido 14 de 21 partidos, pero le ha ganado los últimos tres en línea, todos en el 2009, y en pistas rápidas como las de Nueva York.

Otro con aspiraciones de dar el gran golpe, y conseguir el primer Gran Slam de su carrera, es el británico Andy Murray. Colaboró: Esteban Valverde