Gabriela Gätjens Céspedes, colaboradora
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Desde que estaba en la escuela montaba terneros y hacía apuestas de cinco céntimos con los compañeros. Varias veces llegó a la casa con raspones, sin camisa, pero con 80 céntimos de lo que se ganaba... “solo que mi mamá me lo quitaba, era mucho dinero”, rememora Jorge González Quesada, conocido como “Cañero”.

Este guanacasteco evade responder cuál es el mejor toro del país, y se decide a mencionar los más sobresalientes por categorías. “El estilo rústico es del Chirriche y el Capricho, ambos de Santa Cruz”, aduce. “Y en libre: Caramelo, Tequila, Cevichero, Tonka, y el Panadero”.

¿Cómo negar que a sus 56 años aún siente miedo, nervios y adrenalina cuando entra a una plaza a narrar? Ya suma 24 años en esta labor y más de 3.000 narraciones, en el país y en el extranjero.

“Tico de corazón, guanacasteco gracias a Dios”, asegura “Cañero” con todo el orgullo.

De pampero lo tiene todo, pero peca en un detalle: no puede hacer el famoso grito sabanero. “Nunca lo he logrado”, se disculpa.

¿Cuándo y dónde montó su primer toro?

Fue el 15 de enero de 1966 en la Fortuna de Bagaces, tenía 13 años.

¿Alguna vez lo han corneado?

Los toros sí (risas), el último toro que monté me tuvo muerto seis horas. Yo ya lo había montado, pero me puse a arreglárselo a un compañero. Con solo decirle que toda la parte derecha de mi cara es reconstruida... Aún así, nunca sentí rechazo hacia los toros, al contrario, los quiero más, ellos me tienen vivo.

¿Para ver toros bravos, Guanacaste o Zapote?

Zapote, porque ahí va el 90 por ciento de la raza de casta. Y esos nacen para matar y morir. Los criollos solo para reproducirse.

¿Cómo pasó de montador a comentarista?

En Liberia en 1968 un señor me dijo “no culpe al que no sabe”, porque yo estaba muy molesto por un comentario de otra persona. Esa frase fue la que me llevó a comentar, me dije a mí mismo “algún día le enseñaré a Costa Rica lo que es la monta de toros”.

¿Cuál es su música favorita?

La romántica, me gusta la de Miguel Gallardo, Ricardo Acosta y Roy Cisneros.

¿Y baila?

Sí, mi baile es marcado, aunque ahora el ritmo es menear las manos y enseñar las nalgas.

¿Cómo se vive la fiesta dentro del redondel?

Los latidos del corazón están al máximo. El idioma es brusco pero el que no lo vive de esa manera simplemente no lo está disfrutando. Es una adrenalina difícil de explicar.

¿Cuántos años tiene de comentar en Canal 7?

Tres años, además estuve seis y medio en el 13 y 13 años en el 4. El mundo de hoy es comunicación, estar en Canal 7 en este país es lo máximo.

¿Su gusto por las corridas es heredado?

Mi papá, Fausto Calvo, fue de los mejores montadores de los años 40, 50 y 60. De todos los hijos yo fui el único que siguió con la tradición.

¿Qué lo liga con México?

Hace más de 20 años tengo amistad con las familias de Vicente Fernández, Tony Aguilar y Joan Sebástian. He llevado a 500 ticos en excursiones a los ranchos de los tres. Ahora en abril tengo otro viaje, para que los interesados me contacten.

¿Siguen siendo los toros el delirio de los costarricenses?

Totalmente. Ha ido más gente a ver las corridas, que a los estadios por el fútbol. En este país, el político que no va a topes, que no sabe montar, no es presidente.

¿Cuánto tiempo más piensa seguir en el mundo taurino?

Estoy preparando a mi hijo para que tome mi lugar, cuando esté listo yo me retiro.

Mientras tanto “Cañero” piensa seguirle los pasos a los toros; ayer iba de camino a la pampa a comentar una corrida más.

En la arena

Jorge González Quesada

Edad: 56 años.

Hijos: dos.

Dato: montó desde 1966 hasta 1978; la plaza de San Ramón fue la última que lo vio subido en un lomo. Se inició como comentarista en Radio 16 de Grecia en 1985.