Juan Diego Villarreal
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San Josecito de Alajuelita. Si alguien en casa le sacaba las canas a doña Blanca Rosa Guevara, ese era su nieto James, “el más tremendo, molestaba mucho a su hermano menor, Jameson”.

“Le escondía los zapatos y lo hacía llorar mucho, pero nunca peleaban” comentó su abuela.

James no lo niega, se ríe al acordarse de las travesuras que le hizo a su abuela.

“Siempre he sido el más impulsivo, incluso es algo que he tenido que cambiar con el tiempo. Pero creo que, desde que nació mi hija Sofía, aprendí a controlarme un poco más en los equipos”.

Jaison se autodenomina como “el más tranquilo. Algunos me dicen que soy amargado, pero no es cierto, lo que pasa es que soy serio, es mi forma de ser, es mi personalidad desde pequeño”.

“El chiquitillo” de la casa, Jameson, niega que fuera llorón, pero recuerda que James molestaba mucho en casa de su abuela.

“Me gusta vacilar y dar bromas, creo que soy muy alegre y trato de llevarme lo mejor que puedo con mis hermanos”.

Doña Blanca los escucha con atención y añadió que hoy en día va al estadio a ver jugar a sus nietos y los apoya desde la gradería.

“La verdad lo disfruto mucho, ellos son muy buenos y sé del esfuerzo que todos en casa tuvimos que hacer para salir adelante”.

“Antes iba a ver a mi papá Isaías Guevara, quien jugó con la Gimnástica Española en Primera División, así como a mi hermano Jorge Guevara, quien también jugó en La Libertad y el Orión.

“Y mis hermanos Miguel Ángel y Rodrigo actuaron con el Barrio Bolívar. Desde entonces iba a acompañarlos, pero no disfrutaba tanto como ahora lo hago viendo a mis “negros”.