Isaac Zúñiga Keith
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Se les ha tachado de irreverentes, machistas y hasta pornográficos, por su peculiar música urbana y alternativa. A ellos no les tiembla la voz para cantar acerca de temas tabú y hacer críticas políticas o sociales.
Aún así, sus líricas pegajosas al estilo de “Atrévete-te-, te”, “No hay nadie como tú” o “Electro movimiento”, son del agrado y la aceptación del público.
Costa Rica no escapa a ello, y les servirá como escenario, para que actúen mañana en la concurrida fiesta de los Espinar, en Ojochal de Filadelfia, en Guanacaste.
Hablamos de los medio hermanos, René Pérez y Eduardo Cabra, más conocidos en la escena musical como “Residente” y “Visitante”, encargados de darle vida al grupo Calle 13, en el 2005.
“Yo trato de decir cosas sexuales y violentas que nunca en la vida vas a decir, pero que sí te pasan por la cabeza”, comenta “Residente”, defendiendo su manera de expresión.
Sus identificaciones
Esos originales sobrenombres los adquirieron cuando eran niños.
Eduardo visitaba a su hermano René todas las semanas en su casa, ubicada en Calle 13, en el sector El Conquistador de Trujillo Alto, Puerto Rico.
Ahí tenía que identificarse con el guardia como “Visitante”, mientras que René, debía hacerlo como “Residente”.
“Con mis otros hermanos también hacia cosas, pero con Eduardo siempre hacía maldades, era como un proyecto. Esto (Calle 13) parece una maldad consistente, pero que también nos genera dinero, estamos conscientes de que lo que estamos haciendo, es como otra de las que hacíamos desde chamaquitos”, añade René.
Y es que, ambos parecen ser la fusión o el complemento perfecto, a lo mejor ahí es donde radica el éxito de la música que hacen.
“Residente” creció escribiendo poesía, guiones de cine y canciones, convirtiéndose en un letrista excepcional.
Fue hasta los 14 años que comenzó a garabatear letras para su propia satisfacción personal.
También estudió cinco años en la Escuela de Artes Plásticas en Puerto Rico y luego animación en la Universidad de Savannah, en Georgia.
Mientras tanto “Visitante” desde pequeño se ligó a la armonía. A los seis años su madre lo metió al método Suzuki de música, luego tomó clases de piano.
Además, estudió en el Conservatorio de Música y en la Escuela de Artes, convirtiéndose en un alumno ejemplar y donde aprendió a tocar saxofón y flauta. Más tarde y de forma autodidacta, la guitarra clásica.
Ese conocimiento musical de Eduardo, aunado a su talento para la producción y la ingeniería, entrelazado con las letras y ocurrencias de René, han sido la fórmula perfecta para que Calle 13 sea reconocido mundialmente. No en vano haya ganado en estos cuatro años de existencia, 10 Premios Grammy Latinos.
Ellos aún van por más.......
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