Angie López Arias, colaboradora
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Pérdidas materiales, heridos con secuelas irreparables pero sobre todo, víctimas mortales es el saldo de las imprudencias de muchos conductores.

Un ejemplo es el de Yency Navarro, quien permanece en el albergue del INS. Ella acortó los 300 metros que le faltaban para llegar en su casa en la moto de un amigo, pero él estaba tomado y chocaron violentamente contra un taxi.

En otros casos las personas no sobreviven, como ocurrió con las familias que fallecieron en Pérez Zeledón y Guatuso, en los que se presume medió una maniobra indebida.

Graves violaciones

German Marín, director de la Policía de Tránsito, dijo que el exceso de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol y el irrespeto a la demarcación vial siguen siendo las principales causas de muerte en carretera.

Estas imprudencias pesaron en los 315 fallecimientos ocurridos el año anterior en las calles.

En cuanto a boletas, en el 2009 se levantaron 38.214 por exceso de velocidad, 3.488 por conducción en estado de ebriedad, 85.930 por irrespeto de demarcación vial y 7.449 por hablar con celular.

Decisiones fatales

Exceso de velocidad: A mayor velocidad, menor capacidad de reacción tiene el conductor ante algún obstáculo.

Alcohol al volante: El sentido de la realidad se pierde y los movimientos son errados.

Irrespeto a la demarcación vial: Adelantamiento indebido, virajes en U y brincarse el ceda son acciones muy peligrosas.

Hablar por celular: El cerebro se enfoca en la conversación y no en la conducción, por lo que la maniobrabilidad se pierde.