Rodolfo Martín
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Un testigo con identidad protegida y cuya declaración fue recibida en audiencia privada, se constituyó en la pieza angular para que el Tribunal de Juicio del Segundo Circuito hallara culpables a dos hermanos por el homicidio ocurrido al calor de una fiesta para, al parecer, conmemorar el día de las madres.

Los sentenciados, Johan Daniel Leitón Calderón y Greivin Garita Calderón, fueron sentenciados a 12 años de cárcel.

El Lic. Luis Alberto Carrillo, defensor de los imputados, había alegado su inocencia.

Ambos estaban excarcelados pero quedaron detenidos al prorrogarse la prisión preventiva.

La versión de ese testigo fue corroborada luego por un investigador del OIJ.

El occiso, de apellido Navarro, fue impactado cuatro veces cuando pretendía salir de la casa a la cual había llegado, supuestamente, para comprar varios kilos de coca valorados en ¢15 millones.

Así lo confirmó la propia madre del fallecido, según el OIJ.

Sin embargo, cuando la transacción estaba por darse, sacó un revólver y le arrebató la droga a la dueña de la casa e intentó huir.

Ella gritó y en medio de la fiesta, donde un “maripepino” iniciaba su presentación, se convirtió en un escenario de caos.

Los muchachos, hijos de ella, sacaron sus revólver y le dispararon para evitar que escapara. Navarro murió minutos después en el hospital México.