Franklin Arroyo González
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¿Cuántas veces dejó Laura Chinchilla las llaves del auto pegadas en el carro? Ni ella misma podría responderlo...

Tampoco, las veces que ha dejado bolsos, billeteras o tarjetas perdidos en supermercados, tiendas, casas o centros de estudio.

Pero aquella niña que, cuando perdía un lente de contacto lo buscaba a tientas junto a quien la acompañara, dejó atrás esa faceta de distracciones y se convirtió, aprecian sus más cercanos, en una mujer segura y de decisiones firmes.

“Tiene una extraordinaria capacidad de trabajo, su rechazo a la improvisación, a la mentira y a la grosería”, dice su esposo José María Rico.

Hoy podría hacer historia si es electa la primera mujer presidenta de la República.

Graduada en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, tiene una maestría en Políticas Públicas de la Universidad de Georgetown. Fue vicepresidenta de la segunda administración Arias; ministra de Justicia y ministra de Seguridad y diputada.

“A mí nadie me regaló la candidatura”, dijo enfática en las últimas horas tras una campaña donde sus adversarios le endosaron ser el delfín del saliente Presidente Arias.

Sus miedos

Tiene fobia por las cucarachas, alacranes, ratas, serpientes y cualquier insecto de apariencia rara.

“A cada rato le salen. Una vez se le apareció una cucaracha en el baño y del susto se subió al inodoro y no se percató que no tenía la tapa”, recuerda su madre doña Emilce Miranda

“Era bastante despistada desde niña. Cuando estaba en la universidad haciendo la tesis de graduación, al ir a abrir el carro puso sus documentos en el techo del auto. Arrancó y vio hojas que volaban y decía ‘que raro’. Al llegar a la casa se dio cuenta que era su tesis. No le quedó nada”, dice su madre, quien compartió estudios con su hija en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica.

Eugenia Saborío, quien fuera compañera suya en el colegio La Salle, refuerza esa percepción acerca de la candidata verdiblanca. “Laura era la despistada del grupo, tuvo más de una distracción. Pero el grupo de amigos con el que crecimos era muy sano y bonito”.

Música en sus venas

Su padre, el excontralor Rafael Ángel Chinchilla, de quien hereda su vena política, dice que a Laura siempre le gustó la música y en algún momento tocó el acordeón, pero su hermano Rafael fue quien pulió el talento.

“Le gusta el tequila y eso lo heredó de mi”, comenta su padre.

A pesar de los avatares profesionales y políticos, Laura no deja de encontrarse frecuentemente con sus padres.

Los visita en Escazú todos los domingos.

“La mayor preocupación de Laura es su familia”, dice su esposo José María.

Su hermano menor, Adrián, dice que nunca fue conflictiva con ellos y se llevaba bien con todos.

“De vez en cuando se enojaba, pero siempre fue una mujer independiente. Andaba enfocada en sus cosas. Tenía su grupo de amigos, era cariñosa y no le gustaba perder el tiempo”.

Ella es...

Laura Chinchilla Miranda.

Edad: 50 años.

Fecha de nacimiento: 28 de marzo de 1959.

Esposo: José María Rico Cueto.

Hijo: José María Rico.

Padres: Rafael Ángel Chinchilla y Emilce Miranda.

Profesión: Politóloga.