El reloj apenas marcaba las 6:30 a.m. cuando Fanny Catón llegó ayer a dejar a sus dos hijos y a un sobrino, a la escuela Mora y Cañas, en El Cocal de Puntarenas.

“Antes vivíamos aquí en El Cocal, pero desde el año pasado nos trasladamos a vivir a Barranca, pero mis dos hijos siempre han estudiado aquí y quisieron seguir viniendo acá”, dijo Catón.

Su hija Cristel, de ocho años, ingresó ayer a tercer grado, mientras Ian, de seis, asistió a su primera lección en el kínder.

“Tomamos el bus a las 6:05 a.m. y nos levantamos bien temprano, pero estoy feliz”, dijo la pequeña Cristel.

Su hermano Ian la interrumpía: “Yo me acosté temprano (la noche del martes) y también me levanté temprano, y en el bus cuando venía para acá me dormí un rato”, dijo el chiquitín.

Doña Fanny hará la misma rutina todos los días de este curso lectivo.