Carlos Láscarez S.
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Santa Ana.- Unos trabajos de soldadura, figuran como la principal causa del incendio que dejó como saldo ayer una bodega de 950 metros cuadrados y dos viviendas arrasadas por el fuego.

La emergencia se registró a las 8:44 a.m. en calle Mora de Pozos de Santa Ana, cuando efectuaban trabajos de ampliación en la bodega, sin percatarse de que una chispa alcanzó material inflamable, que luego ardió.

Los bomberos controlaron las llamas a las 9:34 a.m., ya que al inicio tuvieron problemas con el suministro de agua y el ingreso de las unidades. Además, tuvieron que hacer un tendido de mangueras de más de 300 metros y utilizar el agua del lado de Pozos, afirmó Luis Salas Sánchez, director operativo del Cuerpo de Bomberos. Al sitio llegaron cuatro unidades extintoras, dos cisternas, dos unidades de rescate, una de soporte y otra de equipos de protección respiratoria de Santa Ana, Pavas, Belén, Heredia y de la sede central.

Lo perdieron todo

Entre los afectados estuvo el matrimonio integrado por Efraín Tijerino y su esposa Kattia Mora, así como Viviana Cabrera Cabrera, quienes quedaron en la calle.

También perdieron su vivienda por las llamas las hermanas Kattia y Patricia Mora, quienes habitan a 50 metros de la bodega.

“Al inicio pensé que era el volcán que tiraba ceniza, luego vi una nube de fuego y gran calor. Las llamas ya estaban en el carro y sólo pensé en salvar la vida de mi esposa e hijos”, dijo Tijerino.

Los bomberos dijeron que se vieron afectados 1.425 metros cuadrados y dos viviendas que alcanzaban los 150 metros. Un total de 15 personas lo perdieron todo, mientras que otros vecinos sacaron algunas pertenencias y las llevaron a orillas de una quebrada.

La bodega estaba en desuso desde 1999, en ese lugar había una mueblería, pero la pasaron a otro lugar, comentó un allegado del dueño. Fue fundada en los años 80, cuando surgió el auge de las pequeñas industrias.

Solían guardar algunos muebles de madera de teca, plásticos y vieja maquinaria.

A empezar de nuevo

Viviana Cabrera, afectada.

"Andaba dejando a mi hijo en la escuela cuando me avisaron del incendio. No pude rescatar nada de mis hijos”.

Efraín Tijerino, vecino.

"No se escuchó nada. Hacíamos cojines y almohadas y lo perdimos todo. No contábamos con ningún tipo de seguros”.