Roxana Zúñiga Quesada, periodista
ropazu@racsa.co.cr

“La vida es como las castañas y el café… huelen mejor de lo que saben”.

Esta brillante frase de la periodista española Maruja Torres, quien además ostenta una maravillosa pluma de escritora, no hace más que retratar su exquisita agudeza y sorna.

Me encanta su cinismo, su “mala leche”, su humor mordaz, su ironía punzante.

Leerla es un gozo. Por eso, comparto algunas de las perlas que he ido recolectando en su mar interno.

1) “Hijos míos, en este oficio (el periodismo) si hay algo de lo que podemos estar seguros es: nunca digas de este agua no beberé. El hambre y la necesidad imponen su ley. Pero como ya soy mayor: (no trabajaría en) ninguna publicación patriotera ni beata. Prefiero que me desenchufen. “

2) ¿Todas las opiniones son respetables?

“No. Hitler tenía opiniones que yo no respetaría ni aunque no las hubiera puesto en práctica. Todo el mundo tiene derecho a exponer libremente su opinión: eso es otra cosa. Pero yo tengo todo el derecho del mundo a respetar unas voces y a despreciar otras, y a luchar decididamente, por vías democráticas, contra la imposición de odiosos puntos de vista.”

3) “Confundiendo nuestro oficio (el periodismo) con el de notario, algunos sostienen hoy que los periodistas debemos limitarnos a levantar un acta gélida y burocrática de lo que se dice en declaraciones institucionales, conferencias de prensa, llamadas telefónicas, comunicados escritos o páginas de Internet. A eso le llaman neutralidad e independencia, cuando no es otra cosa que pereza y servilismo.”

Una señora periodista.