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Si usted observa al sujeto de las fotografías debe llamar al OIJ o acudir a la delegación de la Fuerza Pública más cercana y alertar a las autoridades.

Se trata de Roy Hernández Chavarría, un delincuente altamente peligroso, de 1,65 metros de estatura, contextura gruesa y a quien se le vincula con dos homicidios, tres tentativas de homicidio, complicidad de homicidio, una participación de homicidio y también en un intercambio de balas con autoridades judiciales.

Hasta ayer en horas de la tarde, se habían recibido quince llamadas de personas que afirmaban haberlo visto.

Siete de ellas eran coincidentes con los lugares donde el OIJ presume que está oculto.

El OIJ presume que se encuentra en algún sector entre Alajuelita y el sector conocido como Aguantafilo en Hatillo y que familiares y amigos lo ocultan.

Su ámbito de acción es Concepción Abajo, Aguantafilo y Chorotega.

“Es demasiada la gente que lo esconde. Los narcos le dan misiones por su matonismo. Hacemos el llamado para que la información sea certera. Muchos llaman y dicen que se parece a alguien, pero necesitamos que sea un conocido el que de la alerta”, dijo una fuente del OIJ.

Francisco Segura, subdirector de ese organismo, dijo que acusarán a la persona que encubra al sospechoso o le oculte información a las autoridades y la sanción puede ser de hasta cuatro años.

“Alguien puede ser muy amigo suyo, pero con drogas se vuelve loco y empieza a disparar”, dijo.

La misma fuente indicó que en tres oportunidades Hernández le disparó a personas que eran sus amigos o compañeros.

Despiadado

De acuerdo con el perfil que maneja el OIJ, Hernández Chavarría no es un psicópata, pues no escoge a sus víctimas.

“A la maestra la mató porque sí, porque estaba muy loco y empezó a disparar en el bar”, explicó la fuente.

El sospechoso suele salir a bares de Alajuelita en horas de la noche y se comporta como el típico matón. “A quien le haga mala cara entonces saca pecho. Su conducta es muy agresiva”.

Su huella

Muerto y dos heridos

Vinculado al homicidio de Allen Calderón Valenciano, el 10 de febrero de 2009. Dos sujetos fueron heridos, de apellidos Barquero González y Córdoba Calderón.

Como loco

El viernes 13 de marzo de 2009 asesinaron a Mayela Serrano Rosales cuando departía con conocidos en un bar. A Hernández le llamaron la atención porque hacía mucho loco y comenzó a disparar. Es el principal sospechoso.

Doble tentativa

Al parecer, disparó contra una mujer embarazada en cinco ocasiones, cuando se metió a robar a la casa de la víctima. Madre y bebé sobreviven. Ocurrió el 29 de enero de 2010.

Vengativo

Según parece, participó en el homicidio de un agente de la UIP, donde actuó por razones de venganza. La víctima era Juan Luis Vargas Ureña y los hechos ocurrieron el 21 de julio de 2009.

Cómplice

El 25 de enero de este año, al parecer, fue cómplice en la muerte de Jonathan Barrantes Calderón. Quien disparó según OIJ, fue un menor. También se le vincula en un tiroteo con la Policía el viernes.