Isaac Lobo
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Adriana Aguilar, quien en este momento es la nueva Señora Costa Rica, casi no le dejó nada a sus contrincantes, pues se ganó tres premios más: sólo le faltó llevarse los adornos para su casa.

La cosmetóloga de 27 años y madre de una niña, fue la ganadora se este certamen que reúne a las mujeres casadas más lindas del país.

La ceremonia se efectuó en el hotel Ramada Herradura la noche del jueves. Aguilar, todavía con la emoción en la piel le contó a Al Día un poquito de su vida y su futuro.

¿Cuáles premios ganó?

Fui elegida Señora Clásica por mi elegancia, Señora Fotogénica y Mejor Rostro.

¿Qué sacrificó por ganar?

A mi familia, porque le dediqué mucho tiempo a los ensayos.

¿A qué se dedica?

Soy cosmetóloga. Me ayuda mucho porque yo me maquillo sola.

¿A dónde viajará?

Representaré a Costa Rica en Corea del Sur. Para eso necesito patrocinadores, sobre todo en ropa, vestidos, zapatos y accesorios.

¿Hubo rivalidad entre las concursantes?

No. Existió mucho compañerismo, pero sÍ sentía una fuerte rivalidad o dura competencia, sobre todo con Priscilla Cortés, quien es preciosa.

¿Es la primera vez que participa en un concurso?

Es el primero, nunca en la vida me pasó por la cabeza.

¿Por qué hasta ahora?

Yo diría que este era mi año y mi momento. Mi lema fue: “Estoy donde Dios quiera que yo esté”.

¿Cómo se cuida?

Aunque parezca mentira no hago nada, hasta hace tres meses me metí al gimnasio. Yo soy cien por ciento natural.

¿No hace ni dieta?

Como sano, pero como de todo. Ahora sí tengo que trabajar fuerte para representar bien a Costa Rica.

Se ha operado algo?

No, soy quitada para el bisturí. Pero no lo descarto.

¿Cuánto dinero invirtió?

No invertimos mucho, no hubo un gran gasto.

¿Un secreto de belleza?

Todas las mañanas me cuido el rostro y me tonifico la piel con cremitas. Jamás duermo con maquillaje. Comer mucha fruta.

Existe la llamada “maldición” de la Señora Costa Rica, porque la ganadora termina divorciándose. ¿Le preocupa?

Yo cancelo eso, pero todo es por la voluntad de Dios. Dios tiene el control, pero eso ni pensarlo.

¿Cómo hace con los admiradores?

Hay que controlar el asunto y mantener el respeto. Uno pone la pauta a la persona, se le agradece el cumplido y se le hace un alto.

¿Le molesta decir la edad?

No, para nada, es un orgullo tener 27 años bien vividos y llevo ocho años de casada.

¿Qué no le gustaría perder como figura pública?

No me gustaría perder la imagen, siempre quiero proyectar lo que soy y deseo seguirlo manteniendo.

¿Es futbolera?

Muy poco, si me agrada, lo normal. No soy muy fanática.

¿Qué le gustaría que la gente supiera de usted?

Que soy una mujer sensible, una persona que me gusta servir a los demás, segura y que por algo me traje tres premios.

¿Su esposo es celoso?

No, él es muy seguro.

Lo que no sabe

Medidas

84-60-84

1,75 m

Familia

Su esposo se llama Esteban Sánchez y su hija de siete años Yiztleim.

Pasatiempos

Ir al cine, patinar, comer pasta y sobre todo bailar todo tipo de ritmos.