Domingo 13 de junio de 2010, San José, Costa Rica
Nacionales | De hoy
El Evangelio

Álvaro Sáenz Zúñiga, Presbítero
asaenz@liturgo.org

Comparta 
Agregar a Twitter  Agregar a Facebook  Agregar a Google Bookmarks  Agregar a Live  Agregar a MySpace 

Hoy tenemos una escena llamativa. Un fariseo invita a Jesús a comer. Esto suena raro. Si nosotros fuéramos Jesús, nos mantendríamos lejos de los fariseos, personas engreídas. Pero Jesús no. Él es misericordioso. Y al ir a casa del fariseo, sucede algo particular, una mujer viene a lavarle con sus lágrimas sus pies, los seca con sus cabellos y los perfuma con un ungüento costoso. Aquella mujer era prostituta.

El fariseo, que desprecia a la mujer, duda de Jesús, y se pregunta con cinismo: “Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!”. Pero Jesús adivina su pensar y paso a paso lo lleva al centro de la cuestión: alguien que no se sienta pecador considerará superfluo recibir perdón. Pero esta mujer, consciente de sus errores, se siente realmente regenerada con este gesto de amor de Dios y por ello ama más. Y Jesús cierra la discusión diciendo a la mujer: “Tus pecados te son perdonados”. Y sella su perdón con otra frase: “Tu fe te ha salvado, vete en paz”.

La única manera de llegar a la meta es empezando a caminar. Si yo sé qué es lo que me frena, debo apoyarme en Jesús para soltarme y empezar el camino. Así proclamaré mi confianza en Dios y mi deseo de llegar a su presencia.

Publicidad
Publicidad
 
Recomienda esta página a un amig@
Recomienda esta página a un amigo

© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.