Tenemos opción: ¿aprendemos de los errores y clasificamos al próximo Mundial o ahorramos para verlo otra vez por televisión en una pantalla más moderna, más grande y de alta definición?

Tenemos cuatro años para una alternativa o la otra, pero la decisión se toma desde ya, no en junio del 2014, cuando no quedaría más que tomar el control remoto en una mano y el calendario de la Copa en la otra.

Podemos seguir sin fogueos de peso y comprar también un cómodo sillón reclinable, con espacio especial para ponerse la bebida, o darle carácter de urgencia a la preparación de los nuestros.

¿Sabe cada cuánto enfrenta nuestra selección a Argentina? En promedio una vez cada trece años y medio (cuatro veces desde el primer enfrentamiento en 1956). Al menos contra Francia, otro de nuestros más recientes rivales, registramos un duelo cada cinco años (uno en el 2005 y el otro el mes pasado). Muy poco. Ojalá la reciente gira europea sea el impulso y no solo el consuelo.

Tenemos opción: mejorar el campeonato nacional o ahorrar para comprar “un teatro en casa” para ver a México o cualquier otra selección en la inauguración de Brasil 2014. ¿Cómo pretendemos tener una mejor selección si no hacemos nada por mejorar un campeonato nacional, al que muchas veces le sobran equipos?

Podemos sentarnos a buscar soluciones o comprar el “tele” en el almacén con tarjeta de crédito.