Miguel Calderón Suárez
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Heredia.- La autopsia preliminar realizada a Cindy Patricia Esquivel Zúñiga, de 28 años, reveló que la cajera, vecina de Alajuela, murió degollada y no de un golpe en la cabeza como se creía en un principio, confirmó el Organismo de Investigación Judicial.
Esquivel presentaba una herida profunda en el cuello, así como rasguños en el cuerpo y tierra en las uñas de las manos, por lo que las autoridades presumen que Cindy forcejeó con los agresores antes de ser asesinada.
El OIJ informó que la joven, madre de dos hijos de seis y ocho años, fue abusada sexualmente por al menos dos hombres.
La muchacha apareció la tarde del lunes anterior sin vida, desnuda y boca arriba dentro de un cafetal ubicado 350 metros al oeste del Conservatorio Castella, en paralelo a la autopista General Cañas, sentido Alajuela-San José.
El OIJ aún no tiene pistas de los sospechosos, pese a que ayer realizaron una segunda inspección de la escena en busca de pruebas contundentes que puedan generar algún tipo de pista.
¿Por qué actuaron así estos sujetos y de dónde son? Son las principales interrogantes que tienen las autoridades judiciales.
La víctima fue velada por dos horas en la funeraria del Magisterio Nacional (sede Alajuela).
La enterraron a las 6 p.m. en el cementerio de La Trinidad, en Alajuela en presencia de unas 150 personas.
Cambió su ruta al trabajo
Douglas Esquivel, su padre, mencionó que el domingo Cindy cambió su ruta para llegar temprano al supermercado Galerón de las Ofertas, donde estaba a prueba de tres meses.
Ella pretendía adelantar labores ese día en la empresa.
Por lo general, Cindy llegaba al supermercado por Barreal de Heredia, pero el domingo tomó la decisión de irse por la autopista y caminar del Castella hasta Lagunilla de Heredia donde está situado el establecimiento.
“Antes de salir de la casa, se despidió de mí. Me dijo que me amaba y que regresaría temprano para compartir el Día del Padre conmigo”, afirmó.
“Fue el peor día de mi vida, lo que viví fue un calvario, desde la mañana hasta la noche buscando a mi hijita”, agregó.
Sus hermanos y tíos la recuerdan como una joven trabajadora, noble y dedicada a sus dos hijos menores. Jonathan Esquivel, hermano de la fallecida, manifestó que la joven estaba ilusionada porque iba a ser contratada en los próximo días.
“Esto es algo que uno no cree. Aún siento que estoy viviendo una pesadilla y que no he despertado”, aseveró el muchacho ayer en su casa en la urbanización La Independencia, muy cerca del centro de Alajuela.
La víctima
Cindy Esquivel
Edad: 28 años
Destrozados
Douglas Esquivel, padre.
¿Qué le puedo decir? Esos tipos arruinaron mi vida y la de mi yerno en cuestión de minutos. Así de fácil”.
Jonathan Esquivel, hermano.
Esto es una pesadilla. Es un dolor que no tiene cura. Me duele por sus hijos (6 y 8 años) que la aman tanto”.
Ericka Esquivel, hermana.
Cindy era muy cariñosa. Me arrebataron a mi hermana mayor, la de los consejos, la que siempre nos dio apoyo”.
“El peor Día del Padre”
Don Douglas Esquivel, padre de Cindy, comentó ayer que recordará el tercer domingo de cada junio como el peor día de su vida.
“Ha sido el peor Día del Padre que he tenido en mi vida”, exclamó don Douglas mientras esperaba el cuerpo de su hija en la Medicatura Forense, en Heredia.
“Para mí fue un calvario, solo imagínese: día y noche buscando a mi niña”, mencionó mientras un empleado de la morgue lo llamaba para que fuera a vestir el cuerpo de Cindy.
“Sólo nos queda pedir mucha fuerza a Dios para aprender a vivir con este gran dolor. Ahora quedan dos niños sin madre y un esposo muy afectado”, finalizó el papá.
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