Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

         

Ante los 1.823 asaltos, 710 tachas y 110 robos a viviendas en la provincia de San José en los primeros cuatro meses del año, la gente ha optado por tocarse el bolsillo para invertir en seguridad.

Esas cifras, aunque alarmantes, muestran una tendencia a la baja en relación con los primeros cuatro meses del año anterior, según la Fuerza Pública.

La proximidad de las vacaciones de medio año (del 5 al 16 de julio), donde muchos prefieren sacrificar los paseos antes de dejar la casa sola, pone de manifiesto la necesidad que tiene la ciudadanía de protección.

“Si salgo de vacaciones se queda alguien”, expresó Miguel Artavia, de Guadalupe.

Por citar algún ejemplo, si usted quiere colocar alambre navaja en su casa deberá pagar entre ¢3.000 y ¢4.000 por metro del galvanizado y entre ¢4.300 y ¢5.000, el metro del de acero inoxidable.

Si desea ese mismo dispositivo electrificado, el metro cuadrado le puede costar hasta ¢10.500.

Un sistema de alarma básico, con tres sensores y enlace a central de monitoreo, se cotiza entre ¢100.000 y ¢150.000.

La vigilancia puede salir hasta en ¢1.800.000 por mes.

El alquiler de cuatro cámaras y equipo de monitoreo oscila entre $90 (¢48.000) y $120 (¢64.000) aproximadamente.

“Si pudiera pongo todo, cámaras, alambre. Esto está feo pero no me alcanza el dinero”, expresó Paula Brenes, una operaria.

También están el circuito cerrado, las alarmas para vivienda y para autos, las agujas en los residenciales y hasta los perros.

El alambre de picos se cotiza entre ¢5.000 y ¢6.000 y la cerca electrificada ¢300.000, un paquete que cubre una área de 20 a 30 metros o ¢150.000 por la instalación del equipo y ¢4.500 el metro, como una pequeña muestra de la variedad que hay en el mercado.

Un grupo de habitantes de una comunidad que quieran pagar un turno de vigilancia, en un espacio con solo una entrada, pagará ¢1.800.000 mensuales.

Como la espuma

Los comerciantes aseguran que en los últimos dos años las ventas se han incrementado significativamente.

“Este crecimiento se da por el hecho de que la inseguridad ha crecido, incluso estamos implementando un servicio de escoltas y el sistema de Protección a Personas Importantes (PPI)”, dijo David Tenorio, gerente comercial de G4S.

Mario Carvajal, de Alambre Navaja Filoso, dice que la cultura de los mismos agentes de seguridad privados ha cambiado.

“Hace unos años ellos pedían que no pusieran nada porque sentían que les quitaba trabajo. Ahora, más bien piden la instalación porque es un elemento que los protege”, dijo.

Nils Ching, subdirector de la Fuerza Pública de San José, dijo que las cosas pueden estar mejor, pero rescató la disminución de denuncias entre enero y abril del 2010 en relación con el mismo periodo del 2009.

La cifra ha bajado a abril en 597 denuncias menos.

“En gran parte se debe al acercamiento que la Policía ha tenido con las comunidades y a la cobertura de los medios de comunicación que ofrece muchos consejos a las personas en periódicos, televisión y radio”, aseguró.

Atemorizados

Paula Brenes.

Paula Brenes, operaria.

Cuando mi casa queda sola, hay familiares que viven cerca y nos dan aviso, pero no me ha pasado nada”.

Edgar Rojas, chofer de bus.

Vivo enrejado, pero no es suficiente para los delincuentes, por lo menos se les dificulta. No dejo la casa sola nunca”.

Reina Torres, ama de casa.

Vecinos nos organizamos y ante movimientos sospechosos nos llamamos. Hay que tener plata para protegerse”.

A pagar

Cercas electrificadas: van desde los 8 mil voltios hasta los 25 mil. No matan, pero generan descargas que “atontan” a quien la recibe. Para más información al 8868-2974, 2289-9016.

Alambre navaja electrificado: es una combinación muy usada en la actualidad y con batería de respaldo por si se va la luz. Informes al 8997-9763 y al 8392-5464.

Alarmas: desde ¢20 mil hasta ¢1.500.000, depende del uso. Generalmente cuentan con tarjeta, batería, sirena. sensores movimiento y contacto de puerta. También existe en el mercado alquiler de equipo. Informes al 2290-0176.

Sistema de monitoreo: le instalan una alarma conectada al teléfono y cada vez que hay movimientos sospechosos se llama de inmediato al propietario de la vivienda. Teléfono: 2511-4500.