Alemania/ DPA. Este domingo, el alemán Walter Englert, sentado en el sofá de su casa, se quedó asombrado como otros millones de aficionados al fútbol en todo el mundo.

Él sabía que el árbitro uruguayo del partido Alemania-Inglaterra, Jorge Larrionda, hubiera necesitado sólo dos décimas de segundo para saber si el disparo de Frank Lampard había entrado o no en el arco.

“Con nuestra pelota con chip, el árbitro habría tenido en dos décimas de segundo la información de que el balón estaba claramente tras la línea de gol”, dijo ayer - en una entrevista con la agencia DPA Englert -, el inventor del artefacto que fue probado y rechazado por la FIFA.

Hubiera podido evitar el escándalo del gol anulado en el choque de octavos de final.

El disparo de Lampard golpeó el travesaño y botó dentro del arco, pero el árbitro no concedió el gol, que hubiera supuesto el empate 2-2 ante Alemania.

“Aún cuando cinco jugadores se amontonasen sobre la pelota y ésta no se pudiera ver, el sistema sabría donde está”, promete Walter Englert.

“Me gusta hacer cosas que todos dicen que no son posibles”, asegura.

Poco antes de la Navidad de 1999, Englert, de 50 años, empezó a desarrollar la pelota con el chip.Pero la FIFA sigue sin aprobar el moderno balón.

“El empleo de modernas tecnologías puede resultar muy costoso y por tanto no puede aplicarse a nivel mundial”, dijo el presidente de FIFA, Joseph Blatter.