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Al bajar el sol los jóvenes acamparon en sus lugares a la espera del gran día. Alexánder Otárola.
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Raúl Espinoza llegó a las 8 a.m. para vender camisetas a ¢5 mil y ¢ 6 mil. Manuel Vega.
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Algunos metaleros le tenían más miedo al perro que a la revisión. Neyssa Calvo
Neyssa Calvo Achoy
ncalvo@aldia.co.cr
Bajo un intenso sol la adrenalina de los fans de Metallica subió ayer al pasarse a la fila oficial en medio del orden y el susto de la requisa de un perro antidrogas.
A las 8:30 a.m. los chicos tomaron sus colchones, cobijas y salveques para colocarse a la cabeza de las dos entradas VIP, según David Villalobos, de la empresa de seguridad ISASECA.
También empezaron a llegar los comerciantes con sus camisetas negras y los revendedores con las entradas de la banda.
El sol pegó fuerte y obligó a más de uno a ponerse bloqueador y hasta dejar sus pertenencias custodiando su puesto para buscar refugio en alguna sombra.
Ya estaban medio acomodados cuando los oficiales de la Fuerza Pública de Tibás llegaron a eso de las 10:20 a.m. para ponerlos en fila india sobre la acera.
A los pocos minutos un perro de la K9, unidad Canina Antidrogas, empezó a olfatearlos y a hurgar entre sus cosas.
Jorge Rodríguez, subjefe de la delegación de Tibás, confirmó que no se encontró droga en la mañana entre los muchachos y que seguirían revisando.
“Días atrás se les quitó licor y el lunes un cuchillo. También se les prohibe jugar bola y hacer ruido en la noche”, dijo Rodríguez.
Ansiosos

Andrés Marroquín.
Andrés Marroquín, Estudia Ingeniería.
Todo fue muy ordenado en la mañana. Siento que ya estoy adentro del estadio escuchando a Metallica”.
Manuel Madrigal, Estudia Turismo”.
En la noche es lo más pesado, pero cada día nos acercamos al concierto. Acá es muy tranquilo y nos llevamos bien”.
Iván Pacheco, Estudia Diseño Publicitario.
Es buenísimo estar en la fila frente al estadio. Todo ha sido muy ordenado y nos encargamos de dejar todo limpio al pasarnos”.
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