Antonio Alfaro
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Cada juego pesa más en el arco. Y no precisamente por los 73 kilos, poco más, que hoy registra el arquero manudo sobre la báscula, cinco kilos más que los de aquel menudo arquero fichado por la Liga en el 2004.

Se le ve con más “caja”, más fuerte de brazos, quizás con un poco más de torso, pero no son el trabajo de pesas -que realizó en el torneo pasado aprovechando que no era titular-, ni la mayor ingesta de proteínas, las razones de un marco sin recibir gol durante siete juegos y 12 minutos.

Él lo sabe. Más bien empezamos por lo que no sabe. “No sé en qué aspecto me ayuda (el haber mejorado la contextura). Era algo que había anhelado para sentirme bien”, confiesa el guardameta, dejando entrever que también había un poco de vanidad.

A lo mejor le ayuda a la hora de ir al choque por los balones aéreos, según analiza al instante, ante la consulta.

De todas formas, aunque acondicionó un sitio de pesas en casa, no era su intención volverse tan musculoso, que le restara un poco de velocidad.

“Quería mantenerme rápido, que ha sido una de mis características”, dice Wardy.

“Velocidad” parece ser la palabra clave en el Alajuelense de hoy, pero algo más debe haber para que Wardy Alfaro sea hoy el noveno guardameta en la historia con más minutos seguidos sin recibir anotación, a solo 17 minutos de superar a Manuel Solano, a 25 minutos de alcanzar a Hermidio Barrantes y a 88 de Marco Rojas.

La marca está en segundo plano de cara al clásico, según Wardy. “No voy a decir que para uno no es bonito, pero lo importante es que el equipo gane”. Basta con ser un clásico para desear la victoria, pero esta vez está en juego el primer lugar, un pulso entre los mejores del torneo, un partido que a criterio de Wardy Alfaro se ve “parejo”, “llamativo” y “bonito”.

“Vamos a proponer”, señala el guardameta, adelantando la estrategia manuda para el clásico. Quizás por ahí se inicia la imbatibilidad manuda, en un equipo cuya mejor defensa es el ataque.

La Liga no permite muchas oportunidades al rival, Wardy Alfaro no anda a los revolcones y algunos partidos casi ni ensucia el uniforme, como el sábado anterior, sin recibir un solo remate directo de las Águilas.

“Al portero le gusta estar más en acción”, admite Alfaro.

Nada peor que pasar el partido de espectador bajo el marco y recibir un gol en la única llegada del rival. Él preferiría un clásico con bastante acción en los dos marcos. “Un partido con bastante participación y que el equipo gane”, asegura para advertir de inmediato que estaba pidiendo el santo y la limosna. “Lógico”, añadió.

Se dice “muy motivado” en su regreso al clásico, después de mucho tiempo sin ganar uno. Se siente bien, pero se niega a echarse flores, cuando se le pregunta si está en su mejor momento.

“Es el equipo el que llega en su momento”.

Amenaza

“(El duelo con Alejandro Sequeira) es un ingrediente más para que sea un partido agradable”

Wardy Alfaro, Portero de Alajuelense

Los señores de la imbatibilidad

Miguel Segura (Saprissa). Es el que ha pasado más minutos sin recibir gol en Primera: 855, en las campañas 88 y 89.

Alejandro González (Alajuelense). Se encuentra de segundo en la lista de imbatibles: 844 minutos en 1982.

Hermidio Barrantes (Cartaginés). Su portería permaneció invicta durante 763 minutos, en la temporada 95-96.

Juan Gutiérrez (Saprissa). Su marco no recibió goles durante 760 minutos, en la temporada de 1972.

Ricardo González (Alajuelense). Durante el año 2002 pasó 758 minutos sin recibir tantos. Es quinto en el ranking.

Manuel Solano (Alajuelense). En 1977 mantuvo invicta su portería durante 751 minutos. Es sexto en la lista.

Marcos Rojas (Saprissa). En la temporada de 1985 estuvo 735 minutos con su marco en cero.

Manuel Solano (San Carlos). Pasó 664 minutos sin encajar gol en la temporada de 1979. Esta vez con los norteños.

Fuente: Comisión de Historia de UNAFUT.