Patricia Recio G.
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Errores de concordancia y roces con la Constitución Política de nuestro país, tienen a las reformas a la nueva Ley de Tránsito varadas en el Congreso.

Los diputados deberán ahora escoger una de las dos vías para realizar las correcciones y correr para votar la ley antes de irse (a finales de abril). Estas vías serían resolver los errores en el plenario o devolver las reformas a la comisión dictaminadora para hacerlas de nuevo.

Jorge Méndez, jefe de fracción del Partido Liberación Nacional, aseguró que “la posición responsable es sacar esta ley con las enmiendas que se han hecho”.

Para la aprobación de las reformas se requieren 38 votos para alcanzar la mayoría en el Congreso. Sin embargo, Alberto Salom, jefe de fracción del Partido Acción Ciudadana, aseguró que apoyarían las correcciones pero no votarían a favor de las reformas.

Según Salom, si no se corrige el tema de la flexibilización de castigos a los conductores ebrios, no votarían a favor de la Ley.

Entre los principales reformas aprobadas por los diputados la semana pasada estaban la rebaja de las multas en un 66 por ciento, la eliminación del sistema de puntos y la suspensión del castigo con cárcel a los choferes ebrios la primera vez que son sorprendidos.

En tanto no se hagan las correcciones a las reformas de la nueva Ley y se apruebe y publique el documento, la que vale es la versión que entró a regir el 1.° de marzo, con las multas severas.

Desaciertos

Las mociones aprobadas contienen corridos de numeración que produjeron desarticulación y referencia incorrecta de otras normas.

Al eliminar el sistema de puntos se debía también eliminar ese concepto de otros artículos que hacían referencia a ese término.

Se encontró un vicio de inconstitucionalidad en el artículo que prohíbe a los dueños de carros facilitar o prestar la placa de un carro para que las use otro.

La cancelación de la licencia de manera definitiva podría rozar con la Constitución ya que esto es una pena perpetua y estas son prohibidas en el país.