Carlos Láscarez S.
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Heredia. - Cerca de 500 personas se reunieron ayer para darle el último adiós a Dennis Eduardo Andrade Montero, de 28 años, quien falleció el domingo pasado tras recibir una cornada en el cuello durante las fiestas patronales de San Josecito de San Isidro, Heredia.

El joven, quien era conocido como “Rambito”, fue sepultado casi al mediodía en el cementerio de San Isidro de Heredia, adonde llegó luego de que sus amigos y familiares recorrieron tres kilómetros desde el templo Católico y bajo un extenuante calor.

Marta María Andrade, madre de “Rambito”, comentó que su hijo siempre se destacó por ser muy chineador y que nunca esperaba que él se metiera a la plaza.

“Mis hijos han sido muy unidos. Él me dijo que no pensaba nunca casarse, sólo quería morirse primero que yo” afirmó.

Su amigo y también improvisado Greivin Murillo afirmó ayer que durante los últimos 22 días, “Rambito” decidió como despedirse, lo que quedó evidenciado con su accionar y palabras.

“Antes de la corrida dijo que se iba ir a montar a los carros chocones, ya que esa sería su última vuelta. Luego, durante la oración, me abrazó y me dijo que podía morirse tranquilo porque ya había estado con Dios”, dijo Murillo.

Entre los recuerdos que conserva de su amigo están las travesuras que ambos compartieron en el barrio. Ahora sólo espera poder tener paciencia y fortaleza.

Una vez dentro, sus amigos hicieron una fila para despedirlo y observarlo por última vez.