Carlos Láscarez S.
clascarez@aldia.co.cr
Un día después de que un tribunal penal decidió enviar por tiempo indefinido al homicida de su compañero al hospital psiquiátrico, la doctora Ligia María Chaverri, afirmó ayer que nunca perdonará al causante y que no cree en el sistema penal.
Así lo manifestó en su casa de habitación, mientras departía con su hija de cuatro años, a quien cataloga como su fuente de inspiración para salir adelante.
El condenado fue el exmarine estadounidense Frederick Norman Kelch, a quien el tribunal decidió anteayer, como medida curativa, internarlo en el hospital Psiquiátrico, según el por tanto.
Enfrentaba cargos por el delito de homicidio calificado y tenencia ilícita de armas permitidas.
Tal medida es por tiempo indefinido, por lo que cada seis meses especialistas revisarán su estado de salud mental y emocional.
Además, los jueces determinaron que Kelch debe seguir con su tratamiento y medicamentos, en razón de su alta peligrosidad.
Chaverri dijo que tras el fallo tiene sentimientos de terror y frustración, ante la posibilidad de que el francotirador norteamericano pueda escapar por alguna de las áreas verdes del hospital.
“Siento que el sistema falló, que fueron negligentes. Estoy totalmente desilusionada. Tengo que seguir adelante por mi hija, mi familia y mi trabajo, aunque este dolor sea enorme”, afirmó.
De sueños rotos
Entre los planes que tenía la doctora y su novio Harlen Fonseca, estaba el terminar sus especialidades y después unir sus vidas.
“El día a día es muy difícil. Su ausencia ha sido superdura. Ya había encontrado una persona que me hacía feliz y que soñaba con estar a mi lado siempre. A ese hombre no lo puedo perdonar. Todas las mañanas venía a darle un beso a su hija Lucía y al día siguiente estaba aquí”, comentó.
“Los planes de un futuro juntos se desaparecieron. Es demasiado duro cuando mi hija me dice que no llore, ya que papá es un angelito que está en cielo que la cuida a ella y a mí”, dijo sollozando.
El próximo martes, su hija cumplirá cinco años. La madre considera que el tribunal le dio como regalo dejar libre al hombre que mató a su padre.
Recordó que las pequeñas discusiones que tenía con Harlen, eran porque ella soñaba con una boda íntima, mientras que él con hacerlo a lo grande. Si tuviera oportunidad de devolver el tiempo, dijo que sería el día que el marine llegó a destruir su vida.
La noche del 22 de mayo del 2009 ambos doctores veían televisión, cuando un balazo que entró por la ventana lo impactó a él en la cabeza, provocándole la muerte en el hospital Calderón Guardia.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.