Rodolfo Martín
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El director del OIJ, Jorge Rojas, censuró ayer la nueva Ley de Migración y Extranjería mediante la cual le concede a la Policía de esa entidad facultades para investigar el tráfico y trata de personas, la protección a testigos y víctimas de estos casos, así como también averiguar sobre hechos de corrupción en la administración pública.
A su juicio, esta iniciativa es preocupante porque, al parecer, encierra la creación de una Policía paralela que traerá “confusión, división y descontrol”.
Rojas señala que la Policía de Migración y Extranjería debería fortalecerse para cumplir con su papel preventivo tradicional.
Estas nuevas acciones, para lo cual podría apelar incluso a las intervenciones telefónicas y a los allanamientos, son atendidas actualmente por la Policía Judicial.
“El OIJ, en estos 35 años, en coordinación directa con el Ministerio Público, ha dado muestras de experiencia y eficiencia, pero sobre todo de independencia del aparato político”, apuntó.
“Esta potestad conlleva la creación de una Policía paralela que aparece por tiempos, en algunos políticos de turno, a la cual nos hemos opuesto: policías de investigación bajo mando político”, fustigó Rojas.
El funcionario le externó su preocupación al presidente de la Corte Suprema, Luis Paulino Mora, al ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias y al diputado Luis Barrantes, presidente de la Comisión de Seguridad de la Asamblea Legislativa.
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