Angie López Arias
angie.lopez@aldia.co.cr

Luego de una gran fiesta queda mucho por limpiar, por eso, ayer cuadrillas de diversas empresas trabajaban para dejar en orden La Sabana después de finalizado el traspaso de poderes.

Desde temprano, decenas de trabajadores recogían basura, desmontaban la tarima principal, desarmaban las graderías y retiraban equipos de sonidos y luces que se usaron durante el acto.

Luego de la democrática actividad y del concierto efectuado para celebrar la toma de poder de la presidenta Laura Chinchilla, se esperaban muchos residuos y hasta daños, pero no fue así.

Greivin Loaiza, de la Municipalidad de San José, dijo que encontraron banderas en el suelo, botellas de refresco y licor y paquetitos de alimentos, principalmente, pero en una cantidad menor a la que esperaban.

“Han viajado de ayer a hoy, tres recolectores de basura; se calculan unas tres toneladas de basura, eso es poco”, aseveró.

Heiner Gómez, de Andamios Atlas, explicó que unos 25 empleados comenzaron a desmontar las estructuras desde las 7 a.m., lo cual les tomará unos dos días.

Del piso de plástico por el que caminaron los invitados especiales, se colocaron en total 3 mil metros cuadrados y ayer a las 10 a.m. se había retirado apenas la mitad, según comentó Roy Sánchez, de la empresa Rolatrac.

Allan Gómez, de Luzart, y unos 20 muchachos quitaban las torres de sonido colocadas donde estuvo el público y otra cantidad similar ubicadas en la tarima, así como 42 luces del escenario.