Evelyn Fernández Mora
evelyn.fernandez@aldia.co.cr

         

Un mar de angustia y necesidad se formó en Parrita, en donde muchos tuvieron que sostenerse ayer hasta con cuerdas para que las corrientes no se los llevara.

Casas inundadas hasta el techo, ventanales reventados, ropa y electrodomésticos arrastrados, carros volcados y animales tratando de sobrevivir, se suman a las penurias por las que atraviesan sus habitantes.

El exceso de agua, hundimientos, postes de luz destruidos, árboles y derrumbes en las vías, dejaron totalmente incomunicada a esta comunidad y Quepos.

Tránsito informó que el cierre más importante se presentó en el sector de Las Vueltas de ruta 34.

El difícil acceso a la zona complicó ayer el trabajo de las autoridades y aunque no trascendió la cantidad total de afectados, la Cruz Roja informó que evacuó más de 650 personas entre ambos pueblos.

Por su parte, la clínica de Parrita trabajó ayer en condiciones críticas.

El director de dicho centro médico informó que llegaban muchos pacientes principalmente con crisis de ansiedad y con enfermedades crónicas, tales como hipertensión y diabéticos muy descompensados.

La Caja Costarricense de Seguro Social informó que un equipo médico se desplazó al sector para reforzar el servicio.

Sin luz ni agua potable

El desbordamiento del río Parrita colapsó el dique por el sector de Sitradique, lo que empeoró la situación de inundación. También se desprendió el antiguo puente sobre este río.

Dicho incidente generó que un tubo local colapsara, lo que dejó a cinco mil personas sin agua potable en esa comunidad, informó Acueductos y Alcantarillados.

El Instituto Costarricense de Electricidad registró que 1.490 abonados permanecían en ambas zonas sin electricidad.

* Colaboraron Angie López y el corresponsal Manfred Rodríguez.