Mauricio Astorga, actor
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México D.F. En el ambiente del fútbol mexicano, se vive un verdadero zafarrancho desde hace varias semanas.

Resulta que después del partido amistoso de la selección azteca frente a la de Colombia, 13 de sus jugadores armaron un fiestón de espanto en el hotel donde estaban concentrados.

Entre pasillos, se comenta que entre los invitados a la parranda había un grupo de prostitutas, con travesti incluido. ¡Ave María!

El asunto desembocó en que sancionaran económicamente a 11 de esos jugadores, y a los otros dos los suspendieran por seis meses de la selección.

En respuesta, los jugadores sancionados enviaron una carta pidiendo no volver a ser convocados.

Y la novela no ha terminado. A pesar de la carta, la Federación los convocó para el partido contra Venezuela. Veremos qué sucede.

Esto me pone a pensar en que nuestra Federación, viendo esto, debería “echar para su saco”, aunque me parece que esta generación de jugadores ticos tiene una actitud muy diferente.

Pero no está de más revisar los reglamentos internos para que todas las partes involucradas tengan claro sus deberes y sus derechos. Sería una sana manera de comenzar este proceso de La Volpe.

En eso, el nuevo entrenador puede aportar mucho con su experiencia. Ya sabemos sus estrictos códigos de disciplina. Por lo mismo sacó a Cuauhtémoc Blanco del Mundial de Alemania, siendo el mejor jugador mexicano.