Milton Montenegro
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En el Rosabal le temen al agua, un aguacero o una lluvia constante pone a sudar a los heredianos.

Ayer quedó demostrado que los drenajes de la cancha no funciona de la mejor manera, aunque Carlos Salas, gerente de Herediano diga lo contrario.

“Hicimos unas pruebas con el balón y en determinados sectores no rodaba bien. Había zonas donde el agua no escurrió completamente”, dijo Pedro Navarro, árbitro, quien suspendió el juego.

Carlos Salas opinó: “fue tal la cantidad de agua que cayó, que los drenajes no dieron abasto”.

Salas reconoció que una parte del terreno sí estaba afectada.

“En una zona el agua drenó lento, pero que la cancha se haya visto empozada un poco no es un problema nuestro, observé que a Saprissa le pasó lo mismo ante el Monterrey, pero es porque ha llovido mucho y fuerte”.