Domingo 5 de septiembre de 2010, San José, Costa Rica
Nacionales | Por esas calles / Ramón Mena Moya
No cambiaría papel o tinta por una “PC”
De querer ser policía terminó en el negocio de los libros. Ahora escribe y hasta estuvo a punto de pagar $400 por un libro
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    Ramón Mena, vecino de San Rafael de La Unión, no duda en prestar libros para difundir la lectura. Carlos Borbón.

Karla Barquero, colaboradora
redaccion@aldia.co.cr

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El dueño de la Librería Francesa escribe poesía, es fotógrafo y trabajó en diversos campos. Así de polifacético es Ramón Mena, un dominicano que llegó al país con su esposa para quedarse.

¿Cómo empezó con el negocio de los libros?

Yo llegué al país en 1972 por mi trabajo, que era de una empresa estadounidense que hacía las guías telefónicas para el Instituto Costarricense de Electricidad, pero después el negocio lo empecé con un socio italiano. Vendíamos textos sobre idiomas en nuestra Librería Internacional.

Él italiano y usted de República Dominicana, entonces ¿por qué la llamó Librería Francesa?

Porque en ese año se desarrolló mejor el francés.

Con este negocio, me imagino que es un amante de la lectura.

Siempre he sido un amante de la lectura, en especial de los idiomas. Hablo español, francés y algo de italiano.

¿Cuál es su libro favorito?

“El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry. Pocos nos atrevemos a decir que es un libro para adultos, el autor se equivocó al plantearlo para niños.

¿Y de niño qué leía?

Cuentos como “Caperucita Roja”, “Pinocho”, los de fantasía.

¿Cuánto es lo que más ha pagado por un libro?

¡Qué pregunta más difícil! Estuve tentado a pagar $400 por un libro sobre Cristóbal Colón en una feria en Alemania, pero me contuve. Creo que lo más que he pagado es $125 por un atlas que compré en París.

¿Este trabajo le ha dado la posibilidad de viajar mucho?

Así es, sin embargo, desde antes viajaba mucho porque era gerente de ventas de una línea aérea.

¿Posee biblioteca personal?

Me encantaría que la pudieran ver, no me caben los libros. Tengo más de 500.

¿Qué tipo de libros tiene?

Yo me aficiono a los de arte, de fotografías. De hecho soy autor de dos libros de fotografías de Costa Rica y de República Dominicana, y uno sobre poesía humorística de Costa Rica, España e Hispanoamérica.

De los escritores ticos ¿cuál cree que es el mejor?

Fabián Dobles a mí me gusta mucho, Lara Ríos me fascina. De los que aún viven me gusta Jacques Sagot y Enrique Castillo.

En sus tiendas, ¿cuál es el libro más buscado?

En literatura es “El Principito”, pero también buscan muchos sobre métodos de idiomas, como “El verbo del Francés”.

Cuentos, poesía, teatro o novelas, entre estas obras literarias, ¿cuál elige?

Prefiero la poesía, porque como soy medio poeta es lo que me inspira.

Para hacer sus poemas, ¿cuáles son sus musas?

Yo me inspiro en los chistes, los transformo en poesía.

¿Es de los que presta libros, o prefiere no hacerlo?

Yo sí presto. Aunque admito que muchos de mis mejores libros los he prestado y no me los han devuelto.

¿Lee o ha leído libros en Internet?

Estoy frustrado con un libro que no he podido conseguir y lo estoy leyendo en Internet, se llama “Trujillo, monarca sin corona”, de Euclides Gutiérrez. Pero prefiero el papel, no hay nada como sentir el libro y el olor del papel y la tinta.

¿De joven pensó que se dedicaría a este negocio?

No, cuando era un muchacho quería ser bombero o policía.

¿Por qué decidió quedarse en Tiquicia?

Me enamoré de esta tierra, estoy cumpliendo la mitad de mi vida en Costa Rica y los otros 36 años en República Dominicana.

¿Qué es lo que más extraña de su tierra natal?

La comida típica autóctona indígena, en especial el casabe, que es un tipo de torta de yuca.

¿Su esposa no lo cocina?

Lo que pasa es que ese platillo es especial, es un secreto de los indios que no está al alcance de los dominicanos promedio.

¿Cuál libro no recomendaría?

Aunque mi tienda lo vende, no recomendaría uno que se llama “Oro”, del francés Cizia Zykë. Trata de un individuo que vino al país y escribió todo lo malo de Costa Rica, por ejemplo generaliza en que todos los ticos somos corruptos y las mujeres prostitutas.

Escribe y lee

Ramón Mena Moya

Edad: 72 años.

Estado civil: casado con Krimilda Licairac.

Hijos: dos, Rigel y Ramón Antonio.

Dato: La librería está en Curridabat, 100 este y 20 sur de la Pops.

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