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Domingo 28 de agosto de 2011, San José, Costa Rica

El evangelio de hoy

Álvaro Sáenz Zúñiga

Presbítero

asaenz@liturgo.org.

El domingo pasado Pedro llamó a Cristo “mesías”. Quizá lo veía como sucesor de David. Hoy Jesús se propone como un mesías que debe entregarse, padecer, morir, resucitar. El nuevo concepto quizá sea poco atractivo.

Y Pedro le reprende: “Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá”. Jesús reacciona y recrimina su inmadurez: no está listo para la tarea, debe purificarse en el dolor y el fracaso. Jesús agrega: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, no piensas como Dios, sino como los hombres”. “Ir detrás”, porque solo el maestro va adelante ni pretende dar lecciones, al menos todavía. Ser “Satanás” es ser enemigo de la voluntad de Dios. Ello descalifica al discípulo. Hay mucho por hacer.

Y Jesús liquida la discusión de un tajo: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará”.

¿Qué sucedería si, queriendo ser un gran pianista el maestro me sugiriera machacarme los dedos? No se lo aceptaría. Hoy Jesús propone casi lo mismo, y pareció absurdo entonces y lo parece hoy, porque no queremos perder la vida. Al contrario, ansiamos vivir más y mejor.

Es difícil seguir a Cristo cuando se quiere ganar el mundo a como dé lugar; ser ricos, sin importar nada. La gente se corrompe tan solo por "tener". Y no basta una posición holgada. La codicia nos corroe, nos hace ávidos. Queremos tener más, hasta alcanzar el “poder”. Pero el Señor tiene razones para golpear nuestros planes. Su proyecto es diferente.

Esforcémonos por entender a Cristo, abrámonos a Él, dejemos las propias apetencias y comprendamos que la fe nos llama a la entrega por los demás. El egoísmo no cabe en Cristo. Ser cristiano es exigente supone que debemos llegar a parecernos a Él. Y hoy nuestros niños aprenden a “ambicionar”, al imitar nuesttra actitud. Ser cristianos está pendiente. A trabajar en ello.