Domingo 28 de agosto de 2011, San José, Costa Rica

Cantante

Pedro Capmany

Rodolfo Rodríguez

rodolfo.rodríguez@aldia.co.cr

Su apellido lleva el linaje de uno de los padres del rock costarricense, pero Pedro Capmany comienza a trazar su propio camino, con voz única en su grupo “Los Govinda”.

El hijo del recordado José Capmany (q.d.D.g.) y compañía, estrenaron el video del tema “Lo que nos une”, de su más reciente material discográfico “Como el río”.

Además, “pensamos sacar un EP para promover nuestro nuevo estilo: un rock variadito para matizar, mientras grabamos el segundo disco que estará para el otro año”, aseguró el artista.

Su nacimiento en la música se dio prácticamente desde los primeros años de vida, pues siempre estuvo rodeado de ese ambiente, lo vio con mucha naturalidad y con el paso del tiempo, fue descubriendo sus gustos e intereses.

Espera que la música de la agrupación los represente allende las fronteras ticas, en un camino que inició junto a su amigo y compañero, el guitarrista Lempi Hernández. Ambos se conocieron en un club de jazz fusión, que abandonaron para emprender el sueño.

“Para escribir, normalmente trato de conceptualizar una vivencia o un tema de tal forma, que la gente pueda identificarse con ese sentimiento”, dijo.

Ganador del premio ACAM 2010 a Mejor Autor/Compositor del Año con el tema “El Camino”, Capmany y Los Govinda (nombre de la guitarra de su padre) estrenan nuevo baterista, Diego Berrocal.

Amante desde el rock clásico, hasta la música contemporánea excepto el regaettón, el artistade 23 años, afirma que las mujeres son el motor de la música.

Su mascota es un gato negro que se llama Isidoro. También dice no aferrarse a las cosas materiales y para él, su familia es su mayor tesoro.

Casi no le gusta ver televisión, en especial noticias, ya que los sucesos lo entristecen. Así que por lo general ve cosas que le hagan reír.

Entre sus pasatiempos está andar por todo lado, conocer gente y sitios nuevos, salir con sus ‘compas’ y ver películas en 3D. Su comida favorita es una receta llamada “siete pisos”.

Entre sus virtudes confiesa ser muy llevadero, gracioso y detesta la hipocresía. No es muy deportivo, de vez en cuando juega una ‘mejenguita’.

Cuenta que una de sus anécdotas más graciosas es haberse caído en un concierto, pues el piso se encontraba muy resbaloso.