Paulo Rodríguez, colaborador
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En los últimos años, Costa Rica se ha caracterizado por su belleza natural y también por el cuidado y limpieza de muchas de sus playas.

Según un estudio realizado por el Laboratorio Nacional de Aguas de Acueductos y Alcantarillados (AyA), de 100 playas analizadas solo ocho presentan problemas de contaminación en sus aguas.

A pesar de que en el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) están inscritas alrededor de 450 playas de interés turístico, estas 100 representan las más concurridas y participan en el programa Bandera Azul.

De acuerdo con el director del laboratorio nacional de aguas, Dermar Mora, el 92 por ciento de estos sitios son aptos para nadar.

“Hay que reconocer el avance que se ha tenido en limpieza de playas; todas estas participan en Bandera Azul y es bueno saber que solo ocho presentan problemas”, resaltó Mora.

Entre estas ocho playas que aún tienen niveles de contaminación se encuentran Tárcoles, Azul y Quepos. Portete y el Balneario Municipal de Limón, son lugares altamente contaminados por coliformes fecales. De acuerdo con el experto, salvo Cieneguita, Portete y el Balneario Municipal las playas del Caribe tico son de buena calidad.

“De acuerdo con la cantidad de coliformes fecales, las playas en Limón son buenas, esas tres presentan el problema de que se pasan del mínimo que es de 240 coliformes fecales por 100 mililitros de agua”, explicó Mora.

Se intentó conocer la versión de Alexander Salas, director regional de Salud de Limón, pero en su oficina informaron que no estaría disponible. En el Pacífico, específicamente Guanacaste, 26 de sus playas son doble AA como Flamingo, que es de máxima categoría y las otras 12 estudiadas son categoría A ,entre las que se destaca Tamarindo una de las más frecuentada en vacaciones.

La provincia de Puntarenas presenta un gran avance en cuanto a la limpieza de su litoral. De las 49 playas que fueron analizadas ahí por el AyA, 44 son de muy alta calidad (AA y A).

Entre las que tienen la segunda categoría se encuentran Jacó y Manuel Antonio, que por la cercanía a la capital, son de las más visitadas por turistas locales y extranjeros. En Puntarenas, solo Azul, Tárcoles y Quepos, presentan índices altos en la cantidad de coliformes, mientras que Doña Ana y El Roble, están levemente afectadas por la contaminación.

Consejos

No permita que sus hijos se bañen en ríos o pozas, ya que este tipo de lugares están propensos a contener gran cantidad de coliformes fecales que pueden provocar reacción.

Observar que la playa que se visite este identificada con la Bandera Azul Ecológica. Con esta distinción se asegura que está llevando a sus hijos a visitar un lugar limpio.

Muy importante fijarse en la rotulación que está puesta en las playas. Anuncios como “corrientes peligrosas”, son importantes para evitar alguna tragedia acuática.

Que tenga salvavidas, es fundamental cuando se visitan las playas. También siempre tratar de ubicarse donde estén ellos cerca aunque no todas las playas cuentan con uno.

En caso de que haya ingerido algún alimento recientemente o tomado alcohol, no es aconsejable meterse al mar, pues el cuerpo puede sufrir alguna reacción y provocar algún accidente.

“Cuidado con las piscinas”

Entrevista a Darner Mora, Director Laboratorio Nacional de Aguas del AyA

-En el caso de las piscinas, ¿qué se debe hacer?

Lo primero que tiene que verificar la persona que vaya a un hotel, es que éste tenga los últimos análisis de laboratorio. La piscina tiene que tener un control de cloro residual y estos resultados tienen que estar abiertos a los clientes.

-¿En qué ayuda una buena cantidad de cloro residual?

Eso de que si no te has bañado o que no se puede orinar dentro de la piscina es mentira. Toda la contaminación que la persona lleva a la alberca se contrarresta si la piscina cuenta con suficiente cloro residual que oscile entre 0,3 y 0,8 miligramos por litro. Si no es así, se están metiendo a un agua con gran cantidad de materia fecal.

-¿Qué pasa con esta contaminación en el caso del mar?

La ventaja con la que cuenta el mar está en la gran cantidad de cloruro de sodio (sal) pues ésta es bactericida. Además el sol y las algas que se encuentran dentro del mar matan las bacterias.