Jorge Umaña, corresponsal GN y Carlos Láscarez S.
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Parrita.- El cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición fue encontrado ayer semienterrado y en apariencia, con impactos de bala por agentes del OIJ de Quepos.

El hallazgo lo efectuó ese organismo a las 7 a.m., en una finca utilizada para el cultivo de palma africana, luego de que los agentes recibieron antenoche información confidencial sobre la ubicación del cuerpo.

El OIJ calculó que el sujeto podría tener entre un mes o mes y medio de estar semienterrado, debido a las lesiones que presentaba en cadáver.

Trascendió de manera extraoficial que hay un 90 por ciento posibilidades de que sea un panameño, vecino del barrio María Inmaculada.

Aunque se manejó la versión de que se trataban de dos cuerpos, tras escarbar los agentes descubrieron que lo que había era un perro que al parecer, enterraron allí para despistar.

El OIJ requirió de equipo especial para extraer el cuerpo y obtener evidencias para esclarecer el asesinato. Usaron palas y zarandas por varias horas en el punto donde apareció.

No se descarta que el homicidio haya obedecido a un ajuste de cuentas por problemas de drogas o hasta un posible “tumbonazo” (robo) de alguna droga.

El levantamiento del cuerpo se extendió hasta pasadas las 5 p.m. debido a que los agentes de Inspecciones Oculares centraron su trabajo en un área más extensa que la inicial, con el fin de buscar más evidencias. Hasta usaron detectores de metales para tratar de ubicar posibles restos de plomo.

A quienes tomó por sorpresa el homicidio, fue a varios trabajadores de fincas cercanas. Ellos se detuvieron a observar el gran movimiento policial que se daba.

El cuerpo fue trasladado al OIJ de Quepos y luego a Medicatura Forense en San Joaquín de Flores, donde determinarán la causa exacta del deceso y la identidad.

* Colaboró Yariela Novo.