Sábado 19 de febrero de 2011, San José, Costa Rica
Nacionales | 45 heridos en colisión
Aparatoso choque casi los mata del susto
Imprudencia del conductor pudo provocar colisión con el tren
  • Así se observa la señalización del tren en el costado suroeste de Plaza González Víquez. M. Vega.
    Así se observa la señalización del tren en el costado suroeste de Plaza González Víquez. M. Vega.
  • El susto se dio a las 6 p.m. del jueves. 45 personas salieron golpeadas . Manuel Vega.
    El susto se dio a las 6 p.m. del jueves. 45 personas salieron golpeadas . Manuel Vega.

Evelyn Fernández Mora y Natalia Castro, colaboradora
evelyn.fernandez@aldia.co.cr

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“¡Imagínese lo que siente uno donde usted ve que viene un ‘bicho’ de esos encima suyo! Yo traté de agarrarme lo más fuerte que podía, pero el impacto fue demasiado grande y me golpeé la cabeza con la barra del bus. De lo demás me di cuenta hasta después...”, relató Grace Elena Arias, una de las pasajeras del bus que colisionó anteayer con el tren. Ella y 44 viajeros se llevaron el susto de sus vidas cuando un autobús de la línea a San Rafael Arriba de Desamparados colisionó con el tren de Pavas, al costado suroeste de Plaza González Víquez, al sur de la capital.

La testigo explicó que ella venía del trabajo, de pie y sujetada del primer asiento del lado derecho del chofer y vio que el conductor venía sosteniendo el volante con los codos, traía en sus manos un reproductor o un teléfono, y además, llevaba puestos unos audífonos.

Arias considera que el choque fue por imprudencia, tanto del conductor como del maquinista, quien sonó como a 25 metros del punto donde chocaron la pitoreta cuando vio que el bus estaba a la mitad de la línea férrea.

“El chofer del bus no se fijó que venía el tren, sino que simplemente se tiró y cuando vio que venía la máquina aceleró”, explicó la mujer afectada.

“Ahora estoy en mi casa, ando toda golpeada por todo lado, en la cabeza, los brazos, piernas, pero estoy bien”, lamentó.

Otro que pasó un mal rato fue Eduardo Vargas, quien contó que no se dio cuenta del momento ni vio qué estaba haciendo el chofer, nada más sintió que de pronto, el tren encima suyo.

César Quirós, director de Tránsito, indicó que el accidente está en investigación y se recopilaron diversas versiones de testigos para presentar un informe al Consejo de Transporte Público y al Ministerio Público porque hubo varios heridos.

“El autobús estaba al día con todo: la revisión técnica, el marchamo y en buen estado.

Las versiones iniciales hablan de que simplemente el conductor del bus no escuchó al tren, no se detuvo y por eso provocó la colisión”, agregó el funcionario.

Miguel Carabaguías del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), aseguró que el maquinista y testigos explicaron que el autobús irrespetó la señal vertical y horizontal, pasó sin hacer el alto en el momento en el que el tren venía y además, no atendió la señal del pito.

Ronald Ureña, gerente general de Autotransportes Desamparados, línea a la que pertenece el autobús, fue el que se encargó de explicar la versión del chofer de apellido Agüero.

“La declaración que dio al INS el conductor fue que él hizo la parada correspondiente en ese punto, siguió porque no se percató del tren ya que no pitó cuando estaba pasando la línea y por eso aceleró para no lo colisionar”, indicó.

El gerente dijo que todos los pasajeros están cubiertos con póliza de seguro y que la mayoría de personas heridas fueron trasladadas a la Clínica Carlos Durán. Ayer en la tarde ya 32 de los heridos habían sido referidos al Instituto Nacional de Seguros.

“Estamos tranquilos porque una niñita que sufrió una herida en su brazo y en la frente ya está bastante bien en su casa”, comentó Ureña.

Chofer venía con audífonos

Recibió un gran susto.
Recibió un gran susto.

“Quedamos de vernos en la parada de buses. Cuando estábamos ahí no sabíamos si tomar ese bus o el siguiente. Al final, mi hija Kristell quería llegar rápido a casa y por eso nos fuimos en ése que estaba primero”. Así relata desde el sillón de su casa Walter Fernández, otro afectado tras el accidente. Fernández de 60 años y su hija Kristell de 16, viajaban en uno de los primeros asientos.

Desde allí observaron con claridad el percance. Aseguran que escucharon al tren pitar segundos antes del choque y vieron que el chofer del autobús llevaba puestos unos audífonos. Esto pudo impedir que escuchara la pitoreta.

Según este testigo, otra de las causas pudo ser el exceso de confianza del chofer al pensar que le daba tiempo de pasar sin tener mayor problema con el tren. Minutos antes del accidente, la esposa de Walter, lo llamó a preguntarle dónde estaba y aprovechó también para encargarle una bolsita de natilla, pues su hijo menor quería comer.

El encargo nunca llegó a la casa de los Fernández, pues tras el impacto, él sufrió golpes en la cabeza y el pie, mientras que Kristell los recibió al lado derecho de su cara. Ambos fueron trasladados a la clínica Carlos Durán, en Zapote para ser valorados por los médicos.

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