Con dos conciertos, hoy en Club Vértigo en Paseo Colón y mañana en bar La Nena Live en San Pedro, el cuarteto se reencontrará con los ticos.
Desde Buenos Aires su vocalista Guillermo Bonetto nos dio una pincelada de la carga de “roots” que traen en sus equipajes.
¿Qué significa para usted volver a nuestro país?
Es un regreso muy esperado pues tenemos cinco años de no ir. Es un desquite. Con mucho dolor no fuimos el año pasado porque se canceló un festival (el Skatedra). Es un lugar que nos trae muchas satisfacciones.
¿Tendrán tiempo de hacer algo en su estadía?
Afortunadamente hay una posibilidad. Un tema con los vuelos y el invierno nos obligará a quedarnos dos días (se van el 3 de agosto). Recuerdo que las primeras visitas no conocíamos las maravillas, la costa ni la selva. La última vez me fui de vacaciones a Cahuita con mi mujer.
Son dos conciertos, ¿qué podemos esperar de ellos?
Primero presentaremos lo que no hemos tocado allá de los discos “Barrilete” y “Hombre Simple”. En nuestra lista hemos repasado temas que hace mucho no tocamos, seguramente haremos trampa (risas). Sonarán “Aire”, “Tus ojos”, vamos girando y tal vez por ahí una sorpresa.
¿Cuán avanzado va el disco que están grabando?
El martes terminamos la mezcla, está a un 93 por ciento, falta el masterizado, es reggae y bastante jazz. No te puedo adelantar el nombre porque no está confirmado, pero sí tendrá 16 canciones originales. Es creación del ingeniero estadounidense Jim Fox.
¿Cuándo sale a la calle?
El disco estará en la calle en setiembre y el corte esperamos mucho antes. Le estamos dando el toque final.
Como argentino, ¿qué piensa de lo ocurrido con su compatriota Facundo Cabral?
No tengo palabras. Con 74 años seguir trabajando y todas las cosas lindas que aportó. Fue algo que no me cierra, que es incongruente, una muerte por error. Es una aberración completa. El que mata se arrepentirá toda su vida, es un ejemplo de lo perdido que estamos en la sociedad.
¿Cómo es Guillermo alejado de su fase artística?
En mi vida privada me gusta estar en mi casa, siempre hay algo que arreglar (risas). Los Cafres deben brillar en el escenario pero en casa siguen su vida diaria. El grabar discos, viajar, compartir nuestras ideas a través de la música es una suerte grande. El resto es todo fantasía, somos personas comunes con defectos.
Si no fuera cantante, ¿qué estaría haciendo hoy?
¡Mmm! que difícil porque de pequeñito quería ser cantante. Siempre fui artista de tablero, me gusta dibujar y diseñar, estar más del lado que no se ve, detrás de cámaras. Tengo un ego que le gustan las cosas sencillas.