Chicago, EE.UU. Nos bailó México. Nos cantó la afición.
“Aayaayayai, canta y no llores, porque cantando se alegran cielito lindo los corazones”, corearon los aztecas en las gradas. No sé si cantar ayude en algo, lo dudo, a una “Sele” desdibujada cuando le tocó enfrentar al aparentemente mejor equipo del torneo.
Gracias a Keilor Navas, que le negó el gol una y otra vez al “Chicharito” y un par de veces a Dos Santos, la “Sele” tiene la oportunidad de ponerse hielo en el golpe y pensar en el siguiente juego. No menos oportuno fue el gol de Ureña, el mejor goleador en los tiempos de La Volpe, que dio la “tranquilidad” cuando un gol más de México hubiera mandado a Costa Rica al tercer lugar del grupo. ¡Y pensar que ese temido tanto, estuvo a punto de caer, en remate de Dos Santos contra el horizontal!
Con una alineación de siete legionarios (lo mejor que tenemos), quedó claro que la “Sele” aún no tiene el conjunto para enfrentar a otro con recorrido de sobra.
Seleccionados aceptaron el papelón
La Volpe: “Es un juego para olvidar”
“Selecta” demasiado arrolladora