Redacción internacional/EFE..- La Luna llena de junio fue más especial ayer, ya que coincidió con un eclipse total de nuestro satélite, que pudo apreciarse durante una hora y 40 minutos en todo el mundo, salvo en el centro y el norte de América.
Sol, Tierra y Luna estuvieron alineados pero los rayos del astro no iluminaron al satélite, que se oscureció y cambió de color, mostrándose naranja o rojo.
A diferencia de un eclipse de Sol, la Luna no se oscureció del todo porque recibió luz solar indirecta refractada desde la atmósfera de la Tierra. El eclipse comenzó a las 17:24 GMT (11:24 a.m. de Costa Rica) y terminó a las 11 GMT (5 p.m.).