Isaac Zúñiga Keith
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El verdugo vino escoltando desde Pérez Zeledón hasta Tibás, a Jeaustin Campos, con su guillotina bien afilada, ansioso de utilizarla.

Quizá eso fue lo que amedrentó al estratega generaleño, quien regresó a la que fuera su casa por muchos años, con la misión de pellizcar al menos un punto, para evitar un corte de cabeza, tras lo malos resultados que vienen acompañando a su equipo.

Por eso seguro, salió con un planteamiento conservador, llegó a encerrarse, buscó dañar a puro contragolpe, esperó un error de los morados.

Esa actitud timorata de los que dicen llamarse “Guerreros del Sur”, principalmente en la primera parte, fue un condicionante al espectáculo y al final le cobró factura, una muy cara por cierto, porque cuando quiso soltar amarras, ya estaba contra la pared, tras el gol de Jairo Arrieta al 60’, el sexto en su cuenta personal en este Torneo de Verano.

Claro, Pérez tuvo para ponerle la mano encima a Saprissa cuando adelantó líneas en el complemento, al darse cuenta que podía encimar a los morados, a quienes les costaba descifrar el acertijo.

Roberto Mudarra estuvo cerca e igual Albán Gómez, sin embargo, los generaleños se fueron en blanco, con las manos vacías y Jeaustin sintiendo ese filo de la guillotina más cerca de su cuello.

A Saprissa entre tanto le sonrió la fría noche, pese a que su desempeño no fue el más brillante y que su afición no lo acompañó en grandes cantidades, pero que hoy puede jactarse de que su equipo es el líder general del torneo, en solitario, con 32 puntos, gracias al ajustado gane.

El mismo, le permitirá al cuadro tibaseño estar un poco más relajado en la semana que se le avecina, cargando sus baterías para lo que será darle la vuelta a la serie de semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, que de momento pierde 2-0 ante el Real Salt Lake, el próximo 5 de abril.

Eso sí, deberán mejorar, porque con lo que muestran no creo que les alcance.