* Karina Picado, psicopedagoga
karinavidasana@gmail.com

         

Tengo una linda relación de tres años, pero mi pareja no me da pasión. Él es un buen hombre, no es agresor, es muy tranquilo, trabajador, pero no me llena.

R/ A veces dicen que a las mujeres sólo les interesan los hombres “malos” y yo no quisiera que usted piense así. Sin embargo, si él no la llenaba desde los primeros meses, debió ver esto. La pasión es algo que se puede aumentar mediante el aprendizaje de técnicas sexuales o románticas, pero debe haber una base bioquímica del cuerpo y el cerebro que los atraiga fuertemente. Si es que usted quiere terminar para vivir “lo que no ha vivido”, tenga cuidado de no hacerse daño a sí misma ni a otros. A su novio déjelo, es lo más honesto que puede hacer, pídale perdón y vayan a terapia psicológica por separado.

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Estoy harta de que mi esposo se la pasa jugando o navegando en la computadora, hasta cuatro o cinco horas por noche. Ya le he hablado de mis sentimientos pero no le importa.

R/ Su marido debería ya estar consciente del daño que le está haciendo con esa actitud, eso los separa y crea desconfianza en usted, al ver que puede más una máquina. Usted tiene derecho a enojarse, sentirse desplazada, pero debe contemplar que más se gana con miel que con hiel. A lo que me refiero es que deben volver a sentarse a dialogar, respete que él tiene derecho a espacios a solas para recrearse, pero pongan un plazo, una duración fija para terminar el juego y volver a compartir con usted como pareja. Si él la ama y comprende, accederá; también usted planifique actividades donde pueda evacuar su estrés y disfrutar.

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