La llegada de Alexandre Guimaraes al Saprissa me genera serias dudas. Ya no es el técnico que en el año 2001 se “comía el mundo”, luego de su fantástica eliminatoria rumbo al Mundial del 2002.
Luego de eso, salvo la eliminatoria del 2005, “Guima” ha llevado palo por todo lado, sumando un fracaso tras otro.
Le fue mal en Guatemala, en Cartago, dos veces en México, en Panamá ni qué decir - humillado por El Salvador, que lo dejó fuera -, y en Oriente Medio también le fue regular o mal en sus dos aventuras allí, salvo un torneo llamado la Copa del Golfo.
¿Puede lograr el título “Guima” con Saprissa? Sí, a ver si resucita de alguna manera su carrera. Pero, si no lo logra, será otro fracaso a su deteriorado currículo. Está claro que la credibilidad de “Guima” como técnico exitoso hace rato, mucho rato, que desapareció.
Sin olvidar la fama - a la vista algunos casos del pasado - que tiene él de ser un técnico argollero.
Marcelo Lippi, extécnico de Italia, dijo una vez que “por agradecimiento no llevaré a un Mundial a ningún jugador lesionado”. Bien haría “Guima” en aprender de Lippi.
Vamos a otro tema. Partido de vuelta de la final. Nunca más cometeré el error de decir que se viene un partido de trámite o que un equipo - en este caso la Liga - ya es campeón.
Pero voy a dar mi pronóstico: no habrá segundo milagro norteño y la Liga será bicampeón. Por cierto, el “Machillo” Ramírez le ganó totalmente la partida a Daniel Casas en el primer partido.
Tercer tema: nuevo formato del torneo, todos contra todos, y sólo clasifican cuatro.
¡Alabado sea Dios! Por fin una buena decisión de nuestros dirigentes.
Rectificar es de sabios. Me gusta ese formato. Eso sí, por favor, no lo cambien o manoseen más. Así está bien.
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