Se trata del amor al baloncesto, deporte que practica todos los jueves con viejos amigos en el Gimnasio Nacional.
“Desde hace seis meses saco el día y son intocables para las mejengas. Vamos de 4 a 6 p.m. Es una fiebre que traigo en la sangre por años. Somos algunos amigos de barrio desde hace 25 años. Lo hago primero porque me encanta, por ejercicio y por salud”, explicó el chef de “Buen Día”.
Para Castro es un gran desahogo poder retomar este deporte y volver a las canchas, pues durante dos años estuvo fuera por la ruptura del talón de aquiles del pie izquierdo.
Y es que su atracción por el deporte de los aros no es obra de la casualidad, pues, aunque algunos no lo recuerden, el chef era alero y salió campeón en primera división con el equipo del Liceo de Costa Rica.
Estuvo al lado de Jorge Arias Tuk y el hoy entrenador y actual campeón con Ferretería Brenes-Barva, Jimmy García.
En esos encuentros se suele topar a exjugadores de primera y segunda división.
“Vacilo con ellos, dicen que estoy calvo, pero ellos también”, contó entre risas.
“Me encanta haberlo retomado, pero lo que me cuesta es la dieta. Desayuno liviano, a media mañana me tomo un batido y cuando llego a mi escuela (O’Sullivan) mis estudiantes me tienen paella”, argumentó. Seguidor de los Lakers de Los Angeles, está un poco triste por la eliminación de su equipo en el presente torneo.