Hoy inicia en los tribunales de Limón, el juicio contra tres hombres y una mujer ligados con un crimen que en mayo del 2007 dejó boquiabiertas a las autoridades por el grado de osadía, al irrumpir la banda en un hospital y matar a un paciente.
El comando armado llegó hasta el segundo piso y de cuatro disparos acabó con la vida de Henry Clark Hines, de 27 años, quien dos días antes había entrado a ese centro médico herido de bala.
La consigna era matarlo
La época se caracterizó por un fuerte empoderamiento de pandillas en Limón, que poco a poco ha perdido fuerza ante la arremetida policial que hubo.
Aquella noche, a las 3:35 a.m. con la información que previamente les diera la mujer, tres hombres llegaron al hospital e irrumpieron por la sala de urgencias, ahí uno redujo a la impotencia al guarda, subieron dos al segundo piso, uno retuvo al segundo vigilante y el pandillero que quedó libre llegó hasta la cama 248 donde dormía Clark y disparó indiscriminadamente.
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