El cabecilla y autor intelectual de la frustrada fuga del 11 de mayo pasado en La Reforma, Joehl Araya Ramírez, de 45 años, fue encontrado ayer muerto dentro de su celda, en la sección de Máxima Seguridad, confirmaron los ministros de Seguridad y de Justicia.
Hernando París, ministro de Justicia, aseguró que tras el conteo de las 6 a.m. se le ubicó desmayado, por lo que llamaron a la Cruz Roja, quien minutos después lo declaró fallecido.
Estaba sentado en su cama y desvanecido hacia una pared, dentro de la pequeña celda de nueve metros. No presentaba signos de ahorcamiento, dijo París.
Agregó que según el reporte de Adaptación Social, el cuerpo no presenta signos de violencia, ni tampoco en la celda, donde permanecía completamente aislado.
“Corresponde esperar la causa de muerte por parte de Medicatura Forense. Se ha manejado la hipótesis de que fue intoxicado, pero no se reporta ningún signo externo”, aseguró París.
Medalla como recuerdo
Las manifestaciones las brindó ayer al salir de la misa de tropa, celebrada en la catedral metropolitana, en honor al policía penitenciario Francis Moisés Morales Fallas. Su esposa Harlen Jiménez y sus hijos recibieron la cruz escarlata, por haber caído en el cumplimiento de su deber.
Jerarcas de Justicia indicaron que Araya presentaba un cuadro de diabetes e hipertensión, por lo que había sido operado, tras su primera fuga (9 de octubre 2006), tras recibir seis disparos.
Bien de salud y hablaba
Sobre si consumió comida suministrada desde afuera o la hecha en La Reforma, París indicó que desconocía ese dato.
A las 6 p.m., Araya fue visto en buenas condiciones. Tres horas después aun se le escuchaba gritar y hablar con otros privados.
Asimismo Justicia aseguró que éste ya había declarado sobre el intento de la fuga, así como varios policías penitenciarios y personal administrativo.
El ministro París indicó que en caso de haber pedido ayuda, Araya hubiera sido remitido hasta el hospital San Rafael de Alajuela.
Reynaldo Villalobos, subdirector de Adaptación Social, informó que al reo se le había ofrecido trasladarlo en la tarde al hospital, pero que él no había accedido.
En La Reforma, la visita transcurrió normal, ya que sólo se aisló la celda que ocupaba Araya. La morguera abandonó el centro penal a las 12:30 p.m., rumbo a Medicatura ante las miradas de asombro de quienes hacían fila. Colaboró Shirley Vásquez.
“Ustedes lo mataron”
Alterado y reclamándole a varios policías penitenciarios. Así llegó a las afueras de La Reforma Howard Araya, hijo de Joehl Araya, quien fue hallado sin vida y sin golpes visibles dentro de su celda.
“Ustedes mataron a mi papá. Son unos asesinos”, fueron sus primeras palabras.
Tras calmarse, comentó que a su padre lo habían estado golpeando, según le comentó otro privado de libertad que permanece en Máxima.
“En las últimas horas se estaba sintiendo mal. Pidiendo atención médica y lo atendieron” afirmó afuera de prisión.
