Tengo 24 años. Nunca fui una muchacha experimentada ni noviera y me criaron a la antigua. Es decir, solo en mi casa y llegar virgen al matrimonio, pero mi novio de ocho meses me terminó por esa razón y yo lo amo.
Puede ser que en realidad usted ame a su novio, pero la verdad es que él a usted no. Se encontraba en una relación desigual e injusta, y como dice el refrán “lo que mal empieza, mal termina”. Muchas personas no conciben el amor sin el sexo sin analizar la moral del asunto. Lo que puedo decirle es que el ser sexualmente activo o no es una decisión y usted eligió. Entonces él debería haber aceptado su elección, forma de pensar y de sentir. Tal vez él no se adaptó , y pesó más su corporalidad que los sentimientos. En ese aspecto ya crea una situación que no es negociable entre los dos porque usted no va a sacrificar algo tan sagrado por él. Si lo hace la culpa la invadiría y hasta podría afectar su futuro desarrollo sexual. Mejor renuncie a él opte por no seguir sintiendo lo que siente y enfóquese en desarrollar otros aspectos de su vida. Por ejemplo, crecer más su autoestima, hacer actividades que le autorrealicen y conocer nuevas personas. Si él vuelve, debe demostrar que está arrepentido y no insistir más en el asunto.
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El hijo menor de mi esposo no me acepta, no es que yo le caiga mal sino que creyó unos cuentos de que yo había andado con su papá siendo aún casado cosa que es mentira. Y yo sufro porque quisiera que me vea como amiga.
Puede ser que su hijastro la esté viendo como alguien que viene a usurpar y competir por la atención, amor y bienes de su padre. Y esto es normal dentro de la relación disfuncional de la cual vienen tratando de sobrevivir después de la desintegración familiar, es decir está dentro de un dilema y necesita compresión.
