Internacionales
Domingo 23 de octubre de 2011, Costa Rica

Tras 42 años en el poder su muerte trae esperanza

Gadafi el tirano de Libia

AP. - Moamar Gadafi, el caudillo libio notorio por sus excentricidades, su insistente apoyo al terrorismo y su mano férrea para mantenerse en el poder, murió el jueves, confirmó el primer ministro del gobierno transicional, Mahmud Jibril. Tenía 69 años.

Gadafi cobró fama de muchas maneras: joven y apuesto líder revolucionario, orgulloso mecenas de terroristas, beneficiario de una colosal fortuna petrolera, dictador estrafalario pero brutal, paria internacional y diplomático en busca de reconciliación con Occidente.

Era objeto de fascinación, burlas y repugna, por sus mujeres guardaespaldas o su costumbre de vivir en una carpa aun cuando estaba de viaje en el exterior.

En sus últimos días parecía una figura apocalíptica: responsable de un terrible derramamiento de sangre en un desesperado intento por aferrarse al poder, cuatro décadas después de haber derrocado al rey Idris en un golpe de estado.

Al enviar aviones y helicópteros de combate contra manifestantes, y al amenazar con convertir a Libia en un infierno, Gadafi optó por borrar cualquier semblanza de legitimidad al tiempo que encaraba una revuelta popular. Pero hasta sus últimos días parecía que ello no le importaba, y así sometió el destino de seis millones de libios a sus designios narcisísticos.

Se le conocía como Hermano Líder de la Revolución, un hombre que financiaba las Brigadas Rojas de Italia y el Ejército Republicano Irlandés y cuyo régimen fue considerado el responsable de colocar las bombas que derribaron un avión de Pan Am sobre Lockerbie, Escocia y un avión francés sobre el desierto del Níger en la década de los 80.

Cuatro días después de su muerte su cadáver ensangrentado es exhibido junto al de su hijo en un congelador de un centro comercial de Misrata, donde decenas hacen fila para verlo.

Desequilibrado y ególotra

Ante la Asamblea General de la ONU en el 2009, pronunció un discurso incoherente quejándose por el desajuste de horas por su viaje, esgrimiendo teorías sobre el asesinato de John F. Kennedy y proponiendo resolver el conflicto israelí-palestino creando un país combinado llamado Isratina. Además rompió un ejemplar de la carta de la ONU, criticando al Consejo de Seguridad por ser feudal y afirmando que debería llamarse Consejo de Terrorismo.

Muchas excentricidades podrían explicarse como indicios de inestabilidad, en realidad Gadafi es un individuo complicado que logró mantenerse en el poder mediante un hábil manejo de intereses y maniobras pragmáticas.

Gadafi tiene el fanatismo y las ansias de poder que albergan todos los que ostentan el poder absoluto por largo tiempo, dijo Richard Dalton, exembajador británico en Libia e Irán. Sostuvo que Gadafi es un megalómano que jura tener el apoyo del pueblo a pesar de las evidentes protestas.

Uno podrá decir que está loco, pero sus acciones provienen de su propia lógica, de su propia personalidad, de sus experiencias personales, expresó Dalton.

En los días finales de su gobierno, parecía estar tramando alguna salida que lo librará de la suerte de otros dictadores árabes, pero decidió quedarse y murió en un enfrentamiento a manos de furiosos manifestantes que exigían un cambio a su estancada realidad.