La Sala Constitucional condenó al Colegio Humboldt por no permitirle el ingreso, con su perro guía, a la educadora no vidente Fiorella Céspedes Marchena.
El 20 de junio, Céspedes –quien pertenece al Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem)– se presentó a ese centro educativo para el primer recital del año.
En esta actividad, niños pondrían en práctica habilidades instrumentales y de canto.
Según la queja dirigida a los magistrados de la Sala Constitucional, al llegar al centro educativo la seguridad privada le indicó que no podía ingresar “con la mascota, cuando en realidad, ella (la perra) es mis ojos”.
“Luego de un rato, mi jefe salió para informarme que por disposición de la dirección del colegio Humboldt simplemente no se iba a permitir que yo entrara con mi perra”, explicó en el recurso.
Por ese motivo, la actividad se suspendió. En el voto de condena, la Sala Constitucional hizo hincapié en que la afectada exigió el cumplimiento de las disposiciones antidiscriminatorias.
Los magistrados condenaron a la Asociación Cultural Germano Costarricense “al pago de costas, daños y perjuicios”.
Ayer no fue posible localizar a la quejosa ni a personeros del colegio, pues ayer estuvo cerrado tras las actividades del día de la Independencia.
Objetos de discriminación
Juan Sancho, miembro de la la Asociación Costarricense de personas con perro guía (Acopeg), dijo que en la mayoría de comercios no les permiten entrar con sus perros pensando que son mascotas. “El perro guía está debidamente entrenado para hacer sus necesidades de manera horaria. Sin embargo, en comercios y en algunos lados no acatan lo dispuesto por las normas”, señaló.
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