Hasta hace poco tiempo, solo los indigentes, adictos al crack y algunos alcohólicos robaban cable telefónico. Pero todo cambia.
Ahora, este tipo de delito es cometido por bandas muy bien organizadas y algunas, incluso, exportan el producto que roban.
Así quedó ayer al descubierto tras la detención de 17 personas a quienes la Fiscalía y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) vinculan con una banda que operaba en las provincias de Limón, San José y Puntarenas.
Todos fueron acusados de los delitos de robo agravado, receptación y asociación ilícita en perjuicio del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), según confirmaron el fiscal adjunto, Carlos Meléndez, y el director de la Policía Judicial, Jorge Rojas.
“Estamos frente a acciones del crimen organizado. Esto ya es parte de la globalización del delito”, dijo Meléndez, quien aseguró que “hay familias enteras involucradas en este tipo de delito”.
Más de ¢100 millones
De acuerdo con registros policiales, la banda habría robado, solo en lo que va del año, más de ¢100 millones en cable telefónico.
Para ello, además de personas que roban en distintos puntos del país, la banda contaba con personal para “quemar y extraer el cobre”, el cual era luego enviado en contenedores a otros países.
“Lo increíble es que ahora Costa Rica exporta cobre y ni siquiera tenemos ese mineral”, afirmó, por su parte, el director del OIJ.
De hecho, además de romanas y carros, las autoridades se incautaron ayer dos contenedores cargados con cable de cobre.
Para la Fiscalía y la Policía Judicial se trata de material robado en cantones como Siquirres y Pococí, donde el año anterior recibieron más de 200 denuncias.
Avanzada la tarde de ayer, los 17 detenidos permanecían a la orden de un Juzgado Penal capitalino. La Fiscalía pidió ayer contra todos prisión preventiva.
Costos multimillonarios
“El año pasado se invirtieron más de ¢2.000 millones para reponer cable robado. Las pérdidas y el daño para los usuarios son enormes”, dijo Adolfo Arias, gerente de Gestión de Redes del ICE. Los problemas son muy serios y algunas comunidades quedan incomunicadas durante horas debido al persistente robo de cable telefónico, insistió. El OIJ espera detener a otros imputados.