Nacionales
Lunes 9 de enero de 2012, Costa Rica

Sismo en Cinchona sigue dejando huella

Perseguidos por el fantasma del terremoto

Katherine Chaves R.

redaccion@aldia.co.cr

Cinchona, Alajuela- Unos 40 segundos. Eso tardaron en caer las paredes de lo que era la vivienda de Rosa Esquivel, como resultado del temblor de 6,2 grados que ocurrió en Cinchona en el año 2009.

Ayer se cumplieron tres años de esa tragedia. El tiempo pasó. Pero los malos recuerdos no se van. Aquellos momentos de terror, por el contrario, afirmó Esquivel, la siguen a todas partes.

Esta vecina, quien no lograba mantener sus manos quietas por efecto del nerviosismo, narró que la situación sigue siendo muy difícil para ella, ya que no logra conciliar el sueño con facilidad.

“Estoy con miedo. Nada es lo mismo. Estas casas que nos dieron en Nueva Cinchona (entregadas en mayo pasado) son bonitas, pero no ayudan a superar las cosas. Siempre está el fantasma de lo que ocurrió”, afirmó Esquivel.

Adilia Morales, vecina de Cinchona y también afectada mencionó que lo ocurrido marcó su vida para siempre.

Con sus ojos azules que casi dejaron escapar una lágrima, Morales señaló que es complicado vivir en paz después de lo sucedido.

“Es muy doloroso ver lo que dejó ese temblor. Pero, más triste es saber que ese día quedará en nuestras mentes hasta morir”, aseguró Morales con su voz entrecortada por grandes suspiros.

Freddy Marín, víctima del sismo, afirmó que quiere olvidar lo que, hasta el momento, ha sido la peor situación en su vida.

“Se supone que uno ya no recuerda. Pero no es así. Siempre queda ese susto y miedo. Eso no se olvida rápido”, añadió Marín.

Se niega a desaparecer

En Cinchona, a pesar deque existe un rótulo que indica que está prohibido el paso por sus caminos de piedra, muchas personas se acercan a observar lo poco que dejó en pie el terremoto.

Ayer, en algunas de las casas aún era posible observar artículos que pertenecieron a sus moradores, muchos de ellos fallecidos. En las calles de Cinchona, a donde se vaya, aún huele a muerte.