Isla Giglio/ AFP.- El padre Lorenzo Pasquotti conserva como reliquias en su iglesia en la pequeña isla italiana del Giglio los objetos abandonados por los sobrevivientes del naufragio que se refugiaron allí la fatídica noche del viernes 13 de enero.
“Conservo todo dentro de una caja transparente como recuerdo de esa noche, para que nadie olvide la tragedia que ha vivido la isla del Giglio”, confiesa el cura de la isla, Lorenzo Pasquotti.
“Hay gente que viene a orar, otros desfilan ante la caja, llena de salvavidas anaranjados, mantas, cuerdas y cascos, como si fuera una reliquia”, cuenta el religioso, que esa noche abrió las puertas de la iglesia para alojar a los miles de pasajeros y tripulantes que desembarcaron de las lanchas salvavidas muertos de frío, traumatizados y extenuados.
“Había cerrado ya la iglesia cuando me llamaron urgentemente del puerto. No se escuchó explosión alguna, ni tembló la tierra. Sin embargo, el espectáculo era devastador”, recuerda. “Alojamos a unas 420 personas. Venían empapadas, había niños titiritando por el frío”, subraya.
Don Lorenzo, de 62 años, sacó el manto de la Virgen, ropajes de la misa y las túnicas de la procesión para cobijarlos, quitarles el miedo y el frío.