Un total 54 ticos, cuyo bus quedó atrapado a raíz de la protesta indígena en Panamá, regresaron a territorio nacional y cerraron el capítulo de costarricenses varados en el vecino país.
El viaje a tierras panameñas se extendió casi una semana más de lo planeado. Al conductor del bus, los indígenas no le permitieron ni avanzar ni retroceder.
El domingo los ticos fueron trasladados a Santiago de Veraguas. Ahí abordaron un avión hacia David, donde recibieron atención médica.
Ayer por la mañana, abordaron de nuevo un autobús para trasladarse hasta la frontera con Costa Rica. Ahí se les brindó prioridad en los trámites migratorios y de aduanas.
En total, fueron 570 los ticos atascados en medio de las manifestaciones de la comarca panameña Ngöbe Buglé, cuyos miembros exigen a su gobierno que dé marcha atrás a los desarrollos mineros e hidroeléctricos en sus territorios.
Los protestantes se situaron en varios puntos de la carretera Interamericana, por lo que vehículos particulares y autobuses no tenían posibilidades de avanzar ni de regresar.
Turistas y transportistas centroamericanos pasaron cinco días sin comida, agua, servicios sanitarios y lugares para dormir, por lo que resultaron con problemas de salud.
